Por Emiliano Damonte Taborda
Está claro que vivimos en un momento de la historia argentina, en el que el poder político, con una desfachatez inédita, busca por todos los medios tomar el control de la justicia, sin distinción de colores partidarios ni de regiones geográficas. La calidad institucional argentina es muy baja y sus instituciones se muestran endebles y cada vez más permeables.
El Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del Consejo de la Magistratura
No caben dudas de que Horacio Rosatti viene siendo punto de referencia de una institucionalidad bajo asedio. El Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, es seguramente el personaje del año. De diciembre del año pasado a esta parte puso en funcionamiento el Consejo de la Magistratura, antes controlado y paralizado por el kirchnerismo, ha viajado por todo el país buscando reforzar la justicia y se mostró presente con firmeza ante los embates del Kirchnerismo que ha probado todos los caminos para sacarlo del medio.
Su mensaje en la jornada de cierre del 58vo coloquio de IDEA refresca paradigmas para el crecimiento que deberían ser escuchados por el poder político.
“Todo está dicho en la Constitución, no hay nada nuevo que inventar”, resaltó el presidente del máximo tribunal.
“Cuando se habla de reformar muchas veces hay que decir que ya está todo escrito, lo que falta realmente es vocación para cumplirlo. Nuestra Constitución habla de progreso, prosperidad”, recordó el magistrado.
“Tenemos que hacer el esfuerzo para que la gente comprenda lo importante que es mejorar la calidad institucional. Esto significa no cambiar las normas todo el tiempo, que sepamos a qué atenernos”, continuó diciendo en clara referencia a los embates que sufre la justicia en todo el país, con reformas judiciales, Consejos de la Magistratura bajo asedio, Fiscales acosados, intentos de modificación de Supremos Tribunales.
Rosatti remarcó que para lograr el crecimiento económico es fundamental respetar las bases de la institucionalidad.
“La calidad institucional es un presupuesto, no una consecuencia de la calidad de vida. Son las bases de la institucionalidad lo que va a permitir las reglas claras para el crecimiento económico, no al revés”.
“Lo de la calidad institucional parece algo etéreo, inasible, versus la calidad de vida, que parece algo cotidiano, pragmático. En tanto, mientras intentamos llegar a ese crecimiento institucional hay que aferrarse a la Constitución”, sostuvo Rosatti.
Y enfático concluyó: “Porque todo está dicho en la Constitución, no hay nada nuevo que inventar”.
El presidente del máximo tribunal, durante su discurso llamó a “atarse al mástil” de la Constitución en busca de progreso, un concepto que Rosatti repite frecuentemente. Definido como un fiero defensor del derecho, Rosatti ha ocupado este último año un lugar protagónico, casi político, forzado por los embates constantes que ha sufrido la Justicia desde diferentes lugares del poder.
Uno de los hechos más destacados fue la puesta en funcionamiento del Consejo de la Magistratura de la Nación, que se encontraba amordazado y paralizado por el kirchnerismo. La recuperación de la funcionalidad del Consejo, se ha puesto de manifiesto en estos últimos meses con el inicio de procesos emblemáticos, como el del Juez Bento, con sus causas por corrupción y vínculos con el narcotráfico o el Juez Federal de Paraná Daniel Alonso, un juez al servicio del poder político entrerriano que intervino de manera muy poco afortunada en el proceso de puesta en funcionamiento del Consejo de la Magistratura mismo.
Rosatti, ha trabajado para fortalecer a la Justicia frente al narcotráfico, visitando lugares clave como Rosario, donde se presentó con la Corte Suprema en pleno hace algunos meses, en un acto simbólico que mostró presencia del Estado en un lugar que parece haber sido olvidado por muchos.
“Buscan atacar a los jueces, policías y periodistas que combaten el narcotráfico en distintos puntos de nuestro país, apuntó el presidente de la Corte y el Consejo de la Magistratura.
Y tras ello continuó: “Veo lo que está pasando, por eso la denuncia y la persecución del narcotráfico se convirtió en algo heróico. Creo que es muy importante que tengamos presente esto”.
La potente aparición del Presidente de la Corte Suprema de Justicia responde sin dudas a la necesidad. Un Rosatti tan presente en todos lados, es sin dudas un síntoma de que la calidad institucional de nuestro país es insuficiente. No debería ser necesario que el Presidente de la Corte viaje por el país fortaleciendo jueces, apoyando tribunales, mostrando su presencia, pero no caben dudas de que la irrupción de Rosatti en la escena, ha sido un puntal para una estructura que comenzaba a crujir y que celebramos.
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