El dólar soja no es otra cosa que una devaluación sectorizada y por un tiempo definido. Tiene el efecto de estimular la liquidaciones ofreciendo un tipo de cambio más alto, pero también la de desarmar toda la estructura de costos de las cadenas afectadas, incrementádolos y haciendo imposible sostener la producción de enteras familias de productos, como por ejemplo la de los biocombustibles, perjudicando a miles de PyMEs en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba
El Superministro solo atina a manotear las reservas de soja de los productores agropecuarios, perjudicando a toda la cadena sojera
La sequía que no ha dado tregua, la creciente necesidad de dólares del Gobierno y la caída contínua de reservas del BCRA, han puesto a circular con fuerzas el rumor de que el Superministro estaría evaluando , más temprano que tarde, un “dólar soja 3”.
El manotazo a la soja ha sido el único programa que ha puesto en práctica Sergio Massa, entonces, ante el rumor de la puesta en marcha de otro manotazo de ahogado a las reservas de soja, los productores de toda la cadena ya han empezado a temblar.
Ya en medio del primer “dólar soja”, los productores afectados por la devaluación sectorizada habían expresado sus dificultades, pero el Gobierno solo hizo algunas promesas difusas que nunca se llevaron a cabo.
El Segundo dólar soja volvió a generar las mismas dificultades, y otra vez, ni el Superministro, ni su Secretario de Agricultura Juan José Bahillo, consideraron los daños generados a la producción, esencialmente constituida por miles de PyMEs que dan empleo a decenas de miles de personas.
Manotazo al campo
En lo que va del año el Banco Central vendió 559 millones de dólares y hasta este jueves acumulaba 12 jornadas consecutivas en las que su intervención en el mercado de cambios terminó en rojo.
En este contexto, volvieron a recrudecer los rumores sobre la posibilidad de que el Ministerio de Economía anuncie un nuevo dólar soja a un tipo de cambio diferencial para incentivar las liquidaciones del campo. Si bien por ahora no hubo confirmación oficial, las empresas productoras de biodiesel advirtieron que una medida de ese tipo volvería a impactar sobre sus costos y pondría en riesgo el normal abastecimiento. Afirman que ya comenzó a retacearse el producto y piden que se les garantice un cupo de aceite.
Biodiesel, el perro se muerde la cola
La Industria del Biodiesel remarcó que se vio directamente afectada, ya que, al subir el precio de la soja, subió a la par el del aceite de soja, insumo a partir del cual se elabora el biodiesel que luego será mezclado con el diesel de hidrocarburos para llegar a los surtidores. “Con el dólar soja, el aceite de soja pasó de 850 a 1100 dólares la tonelada. Ese incremento en los costos no puede ser trasladado al precio del biodiesel, ya que el mismo es regulado por la Secretaría de Energía. El resultado fue la pérdida de rentabilidad de las plantas, la disminución en la producción o la paralización de las mismas. Peligran miles de puestos de trabajo”, publica el medio especializado EconoJournal.
Además del problema del precio, las compañías señalan la falta de disponibilidad de aceite para el primer trimestre, ya que las productoras y exportadoras están retaceando el producto a la espera del dólar soja 3 o de poder exportarlo, en detrimento del mercado local.
“Este faltante de aceite y la suba del mismo impactará de lleno en los volúmenes de producción de biodiesel. La consecuencia será la necesidad de importar más diesel para abastecer el mercado interno”, agregaron. Esto preocupa a los actores de la cadena de valor de la biomasa, ya que la escasez de divisas complejiza la situación. “Todos tienen en la memoria el faltante de diesel en el momento de mayor demanda por la cosecha durante el año pasado”, remarcaron.
Comments