Alberto Fernández se aferra a su delirio de reelección
- Emiliano Damonte
- 3 feb 2023
- 3 Min. de lectura
Breve análisis del panorama del FdT
Por Emiliano Damonte Taborda
Fuentes del Gobierno nacional confirmaron que el Presidente entiende armar una mesa política con el objetivo de definir reglas de juego internas en el Frente de Todos de cara a las elecciones; Alberto sostiene que las candidaturas deben definirse en las PASO, una obviedad no tan obvia dentro del peronismo que le permite seguir soñando, contra toda evidencia racional (cómo siempre)

Alberto Fernández no renuncia a sus delirios de reelección y eso podría no ser muy bueno para el Frente de Todos.
Subjetividad al palo
Las expectativas de Alberto Fernández en general nada tienen que ver con la realidad. No surgen de la observación objetiva sino que suelen depender de estados de ánimo y percepciones que poco tienen que ver con indicadores.
La reciente exposición mediática a la que estuvo expuesto con la cumbre de la CELAC y sus encuentros con Lula, han fortalecido entonces su lábil personalidad y le han hecho sentir, contra todos los indicadores y configuraciones de su espacio, que es posible soñar con la reelección.
Estrategia repetida
Sin embargo, aunque el presidente está ya claramente en campaña, en Casa Rosada aseguran que el Presidente decidirá su futuro electoral recién en mayo. En realidad es lo que hará todo el mundo, y el mismo Alberto sabe que no tendría la fuerza de soportar la reacción de Cristina, a quién siempre ha terminado por subordinarse, si abiertamente admitiera estar decidido a ir por la reelección.
La realidad es que la estrategia de Alberto es la misma que ha mantenido en toda su gestión: no hacer nada y permanecer en el tiempo esperando que algún milagro coyuntural venga en su rescate (recordar la parálisis interminable a la que forzó a todo el país en pandemia). Cabe destacar que no le ha funcionado muy bien.
En Casa Rosada comentan que el Presidente apuesta a una recuperación económica que tiene como emblema una caída de los índices inflacionarios. Un golpe de suerte, digamos. Ojo, hay que reconocer que como ante la muerte, en el caso de la definición de la candidatura de Alberto, es mejor “más tarde” que “más temprano”. Nada ganaría apurándose en la interna.
El Frente de Todos
El asunto es que habría que analizar si a un Frente de Todos complicado por las crecientes divisiones internas y la aparición siempre más importante de candidatos “paraperonistas” cómo los del espacio de Schiaretti, Perotti, Bordet, Urtubey y compañía, le sirve para algo la figura de Fernández dando vueltas hasta último momento.
Alberto es hoy en día un personaje que genera solo un fuerte rechazo. La percepción de su gestión es desastrosa y la de su capacidad de revertir en algún modo la situación es igualmente mala.
La inflación homogeneizante
Los videos con imagenes de archivo repitiéndose al infinito, con declaraciones contradictorias, mentiras lisas y llanas, y furcios vergonzosos, ocupan decenas de horas en todas las plataformas imaginables. Pero sobre todo la realidad de un país que se resquebraja por la pobreza, la inflación y la falta de reservas, duele a cada momento.
Alberto ha logrado unir a la Argentina en la desilusión. Hoy nadie se siente bien en la Argentina de los Fernández. La inflación es un impuesto que pagan los pobres, es el mejor modo que ha encontrado esta gestión para sacarle guita a quienes por su condición, no pagan impuestos formales. El Gobierno licúa sus deficits con los empobrecidos bolsillos de quienes menos tienen. Que no cuenten otra cosa. La política de Alberto, ha sido deliberadamente inflacionaria.
Massa miente más que Clarín
Massa, por lo pronto, ya dijo varias veces que no va a ser candidato, pero me permito dudar de la palabra de este respetable personaje. En teoría sería el único que podría sacar alguna ventaja real de una, muy poco probable, mejora de la economía. Es cierto que la imagen de Massa es apenas mejor que la de Alberto, pero también es cierto que el Frente de Todos no está compuesto por personajes de muy buena reputación.
Cristina siempre está
Cristina como siempre, espera. Encuestas recientes indican que su figura, aunque debilitada, sigue siendo determinante en la conformación de los espacios de poder en el Frente de Todos. Tampoco a ella le ha funcionado siempre este sistema de indefiniciones, es más, en cuestiones electorales sus decisiones han sido siempre desafortunadas. La peor de ellas, sin dudas, ha sido Alberto Fernández, y sin dudas, se lo cuestiona frente al espejo cada mañana.
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