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Foto del escritorEmiliano Damonte

Tuvo que decirlo el FMI, no se hagan los boludos

El FMI recordó que el Gobierno no fue muy claro en la gestión de la Pandemia; no se ha hecho un análisis profundo de lo que sucedió entre 2020 y 2022 y no hemos exigido que así sea; no todo da lo mismo, y solo un Estado eficiente y presente evitó una catástrofe en la Ciudad de Buenos Aires que tuvo una gestión ejemplar de la emergencia


No han habido explicaciones de parte de los responsables de la desastrosa gestión Nacional de la Pandemia


 

El FMI determinó que Argentina no cumplió con las metas establecidas sobre transparencia en la gestión de la Pandemia de Covid19. Esto es solo un título. Yo agregaría que es uno que no tiene nada de llamativo ni novedoso. Hoy ponerme a escribir sobre esto, inicialmente me pareció una pérdida de tiempo. ¿Qué tiene de interesante la enésima confirmación del desmanejo casi mafioso que hizo el Gobierno del Frente de Todos/ Unión por la Patria de la Pandemia? Como noticia no mucho.


Lo que podría empezar a ser interesante, es el motivo por el que parece poco interesante.


En el reporte del FMI relativo a la quinta y sexta revisión del acuerdo suscripto con nuestro país, el organismo advierte que si bien se realizó una auditoría expost sobre los contratos con los laboratorios a fines del año pasado, la meta acordada no está cumplida pues el informe no fue publicado con el agravante que posee carácter reservado.

El informe, si bien existe, no fue publicado, y resalta el FMI, posee carácter de “reservado”. Sin embargo, si bien se trata de revisiones sucesivas, los desembolsos del Organismo no se vieron afectados ya que la cláusula evidentemente no era vinculante, por no decir que se trataba de una cláusula meramente cosmética.


Massa y Alberto Fenrández son parte del mismo Gobierno


 

Desmemoriados y aturdidos

Entonces lo que sorprende y llama la atención, es que haya tenido que venir el Fondo Monetario Internacional, para recordarnos que acá nadie rindió cuentas del desastre que hicieron con nuestro país, el Presidente Alberto Fernández, Ginés González García, Carla Vizzotti, Felipe Solá (al frente de Cancillería) y un ejército de improvisados, inútiles o delincuentes comunes que intervinieron en una gestión que debería ser repasada por la Historia cuando llegue su momento (esto es tema de discusión historiográfica fuerte, considero que podría hacerse muy pronto)

El Covid19 se llevó en Argentina hasta la fecha 130.000 personas, en 2021 el exceso de mortalidad registrado fue de 26.3% (un número impresionante) y fue la principal causa de mortalidad entre la población entre 25 y 75 años de edad. Cito estos números, solo para traer a la atención algo que debería preocuparnos: no se ha hecho en nuestro país, un análisis serio de lo que ocurrió durante la pandemia. A nivel económico, a nivel social y a nivel sanitario. Ni una sola vez, las personas responsables de la gestión durante los momentos más oscuros y en los que todos fuimos más vulnerables, se sentaron a explicarnos qué pasó, cómo decidieron y por qué lo hicieron así.

Y un día llega el FMI y nos dice: “Che, fijate que acá te hiciste el gil y no cumpliste”

Es importante dejar en claro que la oposición (considerada como todo lo que no es oficialismo), buscó sin mayoría en la AGN hacer públicos estos informes de los que habla el FMI.

No es todo lo mismo

La Ciudad de Buenos Aires, con gestión de Juntos por el Cambio, en ese mismo período, fue un ejemplo de transparencia y organización. Rápidamente comenzó a ocuparse de la reactivación económica y mientras todo el país estaba cerrado, CABA abría de a poco sus comercios y desplegaba un operativo de información que tranquilizaba a la población. Particular fue la lucha que mantuvo la CIudad para que las escuelas volvieran rápidamente a la presencialidad, en momentos en los que apostar por esta opción requería datos e ideas claras.

Esto no es una “Oda Larretista” o un “Elogio de Juntos por el Cambio”. El ejemplo de la Ciudad, es importante porque en ese momento, la presencia de un Estado sólido y concreto, evitó una catástrofe. La gente del Conurbano iba a los Centros de Testeo de la Ciudad a testearse, porque en provincia no se hacía. (Yo vivía en Capilla del Señor en la época y me consta) y puedo contar decenas de medidas implementadas por el Estado para mejorar la situación en medio de una crisis sin precedentes.

Ojo con el mareo

Hoy por cuestiones de marketing electoral o psicología aplicada de cuarta, parecería que queda feo hablar de lo que pasó entre 2020 y 2022 con el Covid. Sin embargo es imprescindible que esperemos una explicación completa de lo que vivimos de parte de quien fue responsable, y que hagamos un análisis inteligente de lo que la experiencia nos dejó. Los problemas instalados en la opinión pública parecen ser otros. Se habla de motosierras y se da vuelta todo, se habla de eliminar lo que no funciona sin pensar en qué función cumple, está muy de moda el enojo y presenciamos una fragmentación histórica que no tenemos tiempo de procesar. Massa sigue metiendo dólares soja y extorsionando empresarios, Milei ataca todo lo que se mueve, especialmente a los más débiles, sin un mínimo atisbo de programa, y Bullrich busca levantar el tono para que su propuesta no se pierda en la confusión. Nos arrastra lo coyuntural, escribimos acerca de candidatos y declaraciones de candidatos. Discutimos teorías económicas que tienen en el mejor de los casos 250 años y nos perdemos en definir si un chorro puede ser Presidente.

Que no puedan contarnos el cuento del tío, que nadie se ponga a gritar con una motosierra en la mano, que los que la jodieron expliquen, y que las instituciones se fortalezcan. Que no se hagan los boludos, pero sobre todo que no nos tomen por boludos.

Espíritu crítico, mente clara, es el deseo del Aguijón.

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