El “Chino” Navarro pidió “no convertir a los pobres en delincuentes” ante la intención de Tolosa Paz de dar de baja planes a partir de una serie de “irregularidades” que busca determinar el Ministerio de Desarrollo Social; la Ministra había anunciado la inmediata baja de aquellos beneficiarios que hubieran comprado dólares, pero luego se rectificó
Tolosa Paz parece entrar en un espiral de problemas sin salida y sin apoyo
Tras el tremendo impacto que generaron las irregularidades detectadas alrededor de los planes otorgados por el Gobierno, los movimientos afines a Alberto Fernández declararon que resistirán cualquier intento de intervención sobre los 250.000 planes que manejan estas agrupaciones y que fueron marcados con alguna incompatibilidad, según evidencia el informe de AFIP.
“Puede haber irregularidades en un Estado que, sabemos, no funciona bien. Pero si hay una embarcación, puede ser un bote, si hay una moto, puede ser de baja cilindrada, si hay gastos en dólares puede ser para pagar Netflix”, dijo el secretario y dirigente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro. “Es toda gente pobre, ¿la vamos a transformar en delincuente? Si empezamos a buscar brujas, las vamos a encontrar, aunque el que cometió irregularidades debe ser suspendido. Pero no pueden caer 50.000 justos por diez pecadores”, dijo consultado por el diario La Nación desde su despacho de la Casa Rosada, mientras el Presidente se encuentra de gira por Asia.
La semana pasada, al difundirse la noticia, Tolosa Paz había afirmado que “todo aquel plan social que haya sido utilizado para la compra de dólares va a ser suspendido inmediatamente”, e insinuó que otras irregularidades (cobrar el plan, de unos $29.850, siendo a la vez propietario de un inmueble o una embarcación) serán penados del mismo modo. Hoy, en declaraciones a radio Con Vos, Tolosa Paz relativizó esos dichos al afirmar que “no vamos a permitir una doble estigmatización sobre la pobreza y sobre la administración del estado”. También destacó que desde los medios “hicieron una mala interpretación de una información estadística”, suministrada por la AFIP.
La verdad es que la situación fue manejada de manera desprolija y descoordinada, como ya es frecuente en la gestión de Alberto Fernández, generando de eses modo una serie de idas y venidas que solo son la confirmación del grado de fraccionamiento que se vive dentro del Ministerio de Desarrollo Social, donde los espacios de poder ya se encuentran muy bien definidos hace rato. El lugar del Ministro no es precisamente uno de los más sólidos, dependiendo en general de su manejo de los diferentes sectores de poder representados en el reparto de planes.
El titular de la AFIP, Carlos Castagneto, había tirado la bomba la semana pasada al comentar que “el ministro anterior (Juan Zabaleta) nos pidió un informe, que hagamos el cruce de información, y le hicimos la devolución en forma global”, es decir, sin nombres propios de beneficiarios en infracción, y sin detallar cuales eran las irregularidades detectadas, todo en base a una lista de beneficiarios enviada por el propio ministerio.
Los movimientos sociales sostienen ahora, de manera unánime, que se trata de un pretexto para aplicar una “política de ajuste” y que la falta de confiabilidad de los datos publicados, constituyen una afrenta a la dignidad de personas vulnerables. “Detrás de esto está Massa y su ajuste”, sostuvo una importante fuente del Ministerio. “Van a una política de ajuste peor que la de Zabaleta”, redondeó Humberto Tumini en declaraciones a los medios.
Cada paso dado por Tolosa Paz en dirección de un ajuste, ha sido seguido por resonantes reacciones desde los sectores más diversos. Pero esta vez, la reacción más fuerte vino de sectores afines a Alberto Fernández. En síntesis, con el Presidente afuera del país y con problemas de salud, Tolosa Paz parece entrar en un espiral de problemas a los que no le encuentra solución, a pocas semanas de fin de año.
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