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La salida del cepo plantea tensiones por precios entre empresas y supermercadistas

  • Foto del escritor: Emiliano Damonte
    Emiliano Damonte
  • 17 abr
  • 3 Min. de lectura

El fin del cepo que en realidad no es tán fin, generó una devaluación que llevó al dólar de $1.097 a $1.230, desencadenó una inmediata reacción de las empresas de alimentos, artículos de limpieza y cosmética; los supermercados plantean una resistencia que esconde conveniencia


Pasillo supermercado
Tensión entre empresas de alimentos y supermercados tras la devaluación

Remarcaciones que van del 7% al 9% empezaron a llegar a los supermercados, que por el momento muestran una moderada reticencia a aplicarlos, fuertes como están con sus depósitos llenos, un clásico en tiempos de inflación en los que comprar es la mejor manera de estar cubierto. 


Alguien pretende ver en esto una posición heroica de los estoicos supermercadistas, pero no es otra cosa que la oportunidad de seguir comprando con precios viejos después de una devaluación que tarde o temprano se trasladará a las góndolas, como incluso Mauricio Macri en algún momento de estos días sugirió. 


Los argumentos que esgrimen son, por un lado, que muchos alimentos y productos de consumo masivo tienen componentes dolarizados por ser importados; por otro, que los alimentos exportables naturalmente suben también de precio localmente, si se les mejora el valor de exportación por un tipo de cambio mayor. Sucede, por ejemplo, con la carne, que igualmente ha subido fuertemente antes de la devaluación; de hecho, fue uno de los rubros que incidió en el alto íncide de inflación de marzo.


Según fuentes citadas por Infobae, el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, afirmó que las aceiteras Molinos Río de la Plata, Aceitera General Deheza, Molino Cañuelas y Bunge avisaron que enviarían nuevas listas con subas del 9%, así como también para los productos farináceos, como los cereales, harinas y derivados.


También Unilever les anticipó que enviaría incrementos de entre 7% y 9% en los próximos días, aunque la primera reacción fue cumplir con las órdenes de compra ya emitidas pero no tomar nuevos pedidos hasta la semana próxima. SC Johnson, que tiene las marcas Raid y Off en su portafolio, y Softys, con su marca de pañales Babysec, y de papel higiénico Higienol y Elite, entre otras, fueron otras dos compañías que avisaron que aumentarían sus precios en esos mismos porcentajes mencionados.


“Los precios no estaban aumentando, siempre fuimos muy cautos porque con la caída del volumen es muy difícil subir, pero hubo una devaluación y tenemos un alto porcentaje de los costos expuesto al dólar, toda la materia prima de hecho”, dijeron fuentes de una empresa de consumo masivo. A su vez, en una aceitera confirmaron que todas las empresas subieron los precios en el orden del 9% “básicamente por la materia prima, que es dolarizada y que es el girasol. ”El girasol, en una botella de aceite, representa del 80% del costo, así que no se trasladó todo el aumento directo; se trasladó una parte”, dijo la fuente, quien precisó que hubo también incrementos en los farináceos por la incidencia del trigo.


En otra firma del sector explicaron que “se registró un aumento del 9% en harinas, en línea con la suba del dólar del 12%, lo que refleja una calibración sobre los 1.200, el valor del dólar, considerando que se trata de productos agroindustriales, cuya dinámica está atada al dólar”. “En el caso del aceite, si bien ya se comienza a vender a los nuevos valores, el mes actual ya está completamente vendido a precio viejo, e incluso se continúan tomando pedidos con ese precio, por lo que el aumento del 9% aplicará efectivamente a partir del mes próximo. En galletitas, el ajuste fue del 7%”, agregaron.


La "resistencia" de los supermercadistas

“No queremos convalidar esas listas y las vamos a resistir”, aseguró Vasco Martínez a este medio. Consultadas fuentes de algunas cadenas, insistieron con este mismo mensaje y advirtieron que no tomarán “listas especulativas”. “Tendrán que explicar los aumentos”, dijeron en un supermercado. “Todavía no aceptamos”, dijeron en otra, al afirmar que ahora comenzará una negociación entre los retails y las empresas para determinar finalmente qué aumento se verá finalmente reflejado en la góndola, ya que “en un contexto de caída de consumo, no se puede aceptar un 10%”, agregó una de las fuentes.


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