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Foto del escritorEmiliano Damonte

En muchas palabras

En muchas palabras y dentro de su estilo, el viernes a la noche Milei manifestó su voluntad de hacer política, que es al fin de cuentas de lo que se trata gobernar en un sistema Representativo, Republicano y Federal.



Javier Milei en el Congreso
Javier Milei en el Congreso


A negociar

Milei los invitó a negociar, a concretar un pacto que le otorgue gobernabilidad y lo hizo en su tono habitual, demostrando en todo momento su desprecio por “la casta”, que como todas las figuras retóricas tiene la enorme ventaja de poder abarcar lo que a uno se le ocurra, más o menos según lo dicte la conveniencia coyuntural. 


Un torbellino

El viernes a la noche Milei se mostró ofendido, entusiasta, enojado de a ratos, por momentos demandante, incluso suplicante; todo sin perder los modos que tantos éxitos le significaron, un poco por eso de que no se cambia una estrategia ganadora, y otro poco porque Milei no es todavía un político hecho y derecho y se muestra tal cual es: contradictorio, sagaz, inteligente, confuso de a ratos, incluso ingenuo por momentos, inquietante y perverso, y así, en medio de ese torbellino paseó por esa horita larga que duró su discurso. 


De nuevo recuerdo al lector que la verdadera finalidad de esta columna es “no perder de vista la superficie”, intentar seguir el camino sin perdernos, ya sea en las minucias que en las profundidades. 


Un baño de realidad

A la caída de la ley ómnibus y el seguro fracaso del DNU hoy en comisión, se le sumó el golpe sufrido en su enfrentamiento con Nacho Torres, dejándo al Presidente de frente a una realidad incontrastable: encabeza un gobierno que no tiene ni representación parlamentaria ni presencia en el territorio (7 Senadores, 29 diputados, ningún Gobernador). Entonces, enojado, con sus modos decíamos, le dijo a “La Casta” que la invita a negociar, que en realidad no es otra cosa que entender su debilidad y buscar hacer de eso fuerza, recogiendo adhesiones y apoyos que le serán indispensables para gobernar. Es probable que al Presidente esto lo espante, posiblemente porque siente que así se irá diluyendo el impulso de su propuesta disruptiva y que el sistema puede terminar absorbiendo y haciendo vanos sus embates (y es probable que así sea). Se llama Democracia Representativa.

 

La verdadera fuerza de una idea está fuertemente determinada por las posibilidades de ejecución que esta tenga en un contexto determinado. Es ahora que las ideas de Milei dejarán de ser postulados de campaña y serán puestas a la prueba. Intentó madrugar a un parlamento que duerme durante el verano y fue un acierto, porque impuso la agenda; por medio de los DNU intentó ganar de prepo, y creo que fue lícito el intento, un sondeo que necesitaba llevar a cabo; probó también guapear con los Gobernadores usando la caja, pero ahí se quedó corto y perdió fuerzas innecesariamente. Un montón de valiosa información para tan poco tiempo.


El arranque fue intenso, los cambios que busca son profundos y muchos recogen consenso amplio en la sociedad y en la representación política, otros no le interesan particularmente a nadie y otros aún son considerados abiertamente dañinos.  


En muchas palabras, y dentro de su estilo, el viernes a la noche Milei manifestó su voluntad de hacer política, que es al fin de cuentas de lo que se trata gobernar en un sistema Representativo, Republicano y Federal. En buena hora.


Espíritu crítico y mente despierta, pies bien plantados sobre la tierra, manejar a 80 para consumir menos nafta y meter todo lo que se pueda en cuotas fijas en pesos, les recomienda El Aguijón para la semana que empieza.



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