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Foto del escritorEmiliano Damonte

El déficit comercial energético asciende a US$ 1.465 millones en el primer semestre del año

La desastrosa gestión energética del país, que lentamente fue quedando en manos de “La Cámpora” y sus amigos, representa uno de los puntos de “fuga” más importantes del sistema país. Hoy no se trata de eliminar a la Secretaría de Energía, sino de ponerla a funcionar con idoneidad técnica y coherencia política. Argentina necesita una política de Estado en materia energética de cara a los próximos 25 años. A continuación un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario respecto al déficit comercial energético.


El déficit comercial es un punto de fuga de divisas crónico completamente desatendido


 

Balanza comercial energética

Las importaciones (US$ 4.386 M) superaron a las exportaciones (US$ 2.921 M), resultando en una pérdida de divisas. El balance comercial energético es deficitario por treceavo año consecutivo. Lo más importado: gasoil, gas natural y energía eléctrica.

En el presente informe se analizarán los resultados de las exportaciones e importaciones de energía por parte de Argentina, el resultado neto de las mismas, los principales socios comerciales en este rubro y oportunidades a futuro. Para la definición de balance comercial energético, se optó por considerar todos los productos que conforman el capítulo 27 de la VI enmienda de nomencladores del INDEC, titulado “Combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación, materias bituminosas, ceras minerales”. En dicho capítulo se encuentran bienes tales como las naftas, gasolinas, gas oil, fuel oil, gas natural y energía eléctrica, entre otros. Es importante mencionar que en el presente análisis no se considera el comercio exterior de biocombustibles ni de litio, entre otros productos que podrían estar vinculados también a la generación de energía/1.

Déficit energético crónico

Argentina se encuentra en una situación crítica en términos de reservas internacionales, necesarias para poder hacer frente a los pagos de deuda externa y para financiar las importaciones de bienes y servicios. En este artículo del informativo semanal analizábamos que en el primer semestre de 2023 la caída en las reservas ascendía a US$ 16,6 miles de millones, situación que se ha agudizado aún más en los últimos meses.

La relación que guarda lo expuesto anteriormente con las exportaciones e importaciones en materia energética, es que desde el año 2011, Argentina ha presentado déficits crónicos en su balance comercial energético: gasta más de lo que recauda en el comercio externo de estos productos. En el primer semestre de 2023, se realizaron importaciones por US$ 4.386 M y exportaciones por US$ 2.921 M, resultando en un déficit comercial neto de – US$ 1.465 millones. Este déficit se encuentra un 60% por debajo del correspondiente al primer semestre de 2022, pero se ubica en valores muy cercanos al promedio de la primera mitad de los últimos 5 años (– US$ 1.546 M). Si nos remontamos al promedio anual del período 2011-2022, el déficit comercial en materia energética resulta preocupante, ya que significa una pérdida de divisas de alrededor de US$ 4.350 millones anuales.

Teniendo en cuenta que el saldo comercial viene presentando un déficit crónico en materia de energía, resulta de gran importancia analizar cuáles son los principales productos que se compran al exterior en este rubro, y cuáles son los países que proveen a Argentina.

Qué compramos

En relación con el primero de estos puntos, en el primer semestre de 2023 los productos importados que sumaron una mayor cantidad de dólares fueron, en primer lugar, el gasoil (US$ 1.391 M), en segundo lugar, el gas natural licuado (US$ 1.057 M), en tercer lugar, la energía eléctrica (US$ 450 M), en cuarto lugar, el gas natural en estado gaseoso (US$ 422 M), en quinto lugar, las gasolinas, excluyendo las de aviación (US$ 323 M) y en sexto lugar, el fuel oil (US$ 216 M), quedando un remanente de US$ 526 M de otros productos importados, entre los que se encuentran la hulla bituminosa, otras naftas y gasolinas, entre otros.

Dónde lo compramos

Respecto a de dónde importamos los productos mencionados previamente, puede decirse que en el primer semestre de 2023 los cinco principales orígenes de nuestras importaciones fueron Estados Unidos, Bolivia, Brasil, Paraguay y los Países Bajos, en ese orden según su importancia en términos monetarios. Desde Estados Unidos se importaron US$ 1.709 M, siendo los principales productos gas natural licuado (US$ 770 M) y gasoil (US$ 650 M). Desde Bolivia, por otra parte, se importaron US$ 427 M, con casi la totalidad de este monto explicada por el gas natural en estado gaseoso que se transporta por gasoducto; es importante mencionar por problemas de producción en el país vecino, este monto es un 42% menor al adquirido en el mismo período del año pasado.

Las compras efectuadas a Brasil totalizaron US$ 393 M, y estuvieron compuestas principalmente por energía eléctrica (US$ 230 M) y fuel oil (US$ 216 M). Desde Paraguay se importó exclusivamente energía eléctrica, por un monto que alcanzó los US$ 206 M. Por último, desde los Países Bajos se importaron (US$ 190 M), con predominio de gasolinas, excluidas para aviación (US$ 122 M), y de gasoil (US$ 39 M).

Exportaciones y Destinos

Por el lado de las exportaciones, en los primeros seis meses de 2023 nuestro país vendió al exterior, en primer lugar, aceites crudos de petróleo (US$ 1.581 M), en segundo lugar, gas natural en estado gaseoso (US$ 536 M), en tercer lugar, naftas –excluidas para petroquímica– (US$ 253 M), en cuarto lugar, propano licuado –excluido crudo– (US$ 150 M), en quinto lugar, butanos licuados (US$ 139 M), en sexto lugar, fuel oil (US$ 128 M), en séptimo lugar, gas licuado de petróleo (GLP) (US$ 56 M), en octavo lugar, coque de petróleo sin calcinar (US$ 41 M), seguido por otros productos que sumados totalizan US$ 37 M, entre los que se encuentran aceites, hexanos, gasoil, entre otros.

En cuanto a los destinos de exportación en el primer semestre del año, la tabla estuvo liderada por Chile, a donde se vendieron US$ 744 M, cuyos principales productos adquiridos fueron gas natural en estado gaseoso (US$ 525 M), acaparando casi la totalidad de nuestras ventas externas de dicho producto, y aceites crudos de petróleo (US$ 107 M). Muy de cerca lo sigue Estados Unidos, que adquirió productos energéticos por US$ 735 M: principalmente aceites crudos de petróleo (US$ 609 M) y naftas –excluidas para petroquímica– (US$ 120 M). En tercer lugar, se ubicó Brasil, por cuenta de US$ 525 M, con compras predominantemente de aceite crudo de petróleo (US$ 348 M), propano licuado –excluido crudo– (US$ 88 M) y butanos licuados (US$ 84 M). Otros compradores importantes fueron Paraguay (US$ 112M), Perú (US$ 75 M) y Uruguay (US$ 67 M). Cabe mencionar que gran parte de lo exportado fue a orígenes calificados como confidenciales por el INDEC, dentro de este segmento se encuentran exportaciones de aceites de petróleo por US$ 316 M, fuel oil por US$ 85 M, entre otros productos que en total suman US$ 553 M.


Energía en el futuro

De cara al futuro, resultará de importancia que se avance en políticas que apunten a revertir el déficit comercial en materia energética. Serían temas estratégicos, en este sentido, el aumento de las tasas obligatorias de corte de gasoil con biodiesel y nafta con bioetanol, el desarrollo de los mercados de litio, el aprovechamiento de las cuencas gasíferas y petrolíferas, mediante obras tales como el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, el avance en la transición energética, entre otros.

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