Vialidad Nacional derribó en Santa Cruz un busto de Osvaldo Bayer
- Emiliano Damonte
- 27 mar
- 2 Min. de lectura
La Historia de los 1500 peones asesinados entre 1921 y 1922 que inspiró al libro de Bayer “Los vengadores de la Patagonia trágica” y que terminó adaptándose al cine para dar a luz a “La Patagonia rebelde”, nada tiene que ver con las rencillas berretas de esta época vacía de sentido. La remoción del busto de Osvaldo Bayer que recordaba esa terrible masacre parece un ataque directo a la memoria, aunque pretenda vestirse de ignorancia

Bayer es sin dudas una de las mentes más brillantes que ha dado el siglo XX, y esta consideración no tiene banderas ni colores políticos. Se trata de un tipo que leyó la realidad con profundidad y aguda visión, cuya obra queda como testimonio insustituible para completar cualquier versión de la Historia que se quiera contar. Respetado por todos, se vuelve hoy incomprensible la retroescavadora arrancando su imagen de la tierra en la que su nombre equivale a memoria. No había peronismo, no había libertarios, no se trataba de banderas la barbarie que levantó y fijo en nuestras mentes la pluma de Osvaldo Bayer.
Con la ayuda de una retroexcavadora, operarios de la Dirección Nacional de Vialidad derribaron ayer el monumento en homenaje al escritor y periodista Osvaldo Bayer que se encontraba en el puesto policial de Güer Aike, a la vera de la Ruta Nacional 3, a 27 kilómetros de Río Gallegos. El hecho se produjo un día después de la masiva marcha por el Día de la Memoria y generó el repudio del gobierno provincial de Claudio Vidal y de diferentes ámbitos culturales y sociales de Santa Cruz, donde Bayer era una figura querida y respetada.
Hecho en metal color negro, una gigantografía con el busto de Bayer se recortaba contra el cielo y era acompañado por la frase “Bienvenidox, usted está ingresando a la tierra de la Patagonia Rebelde”, en alusión a La Patagonia Rebelde, el film que tuvo a Bayer entre sus guionistas y que se basó en su libro Los vengadores de la Patagonia trágica. El monumento en total tenía cerca de cuatro metros de altura.
Durante el mediodía de este martes, la retroexcavadora destruyó la base y luego dobló el monumento hasta arrancarlo. Si bien no hay una comunicación oficial del Distrito 23 de la Dirección Nacional de Vialidad, fuentes citadas por La Nación confirmaron que el monumento fue removido por sus operarios porque “no contaba con ningún expediente o documento que haya autorizado su instalación en ese lugar, en tanto que su ubicación no cumplía con la normativa vial y complicaba el desagüe en época de lluvia”.
Tras el escándalo
Tras el escándalo que levantó condenas desde todos los sectores de la sociedad, el gobierno de Santa Cruz anunció que Vialidad Nacional entregará hoy la obra, en el estado en el que se encuentra, a la Secretaría de Políticas de Igualdad e Integración de la provincia. La obra quedará en el Complejo Cultural Santa Cruz, en Río Gallegos, para su posterior restauración y emplazamiento.
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