Una mirada sobre la portada de El Aguijón me deja tres títulos que cuentan algo. Es un ejercicio que hago cada tanto para ver donde estamos parados. Porque información es lo que sobra y no se detiene, y va por otros carriles mucho más robustos, y es importante estar contando algo, estar expresando una visión particular.
Lo primero que encuentro en esta primera página es a Alberto Fernández, recibido en el Vaticano y saludando cordialmente al Papa Francisco casi al tiempo que en Argentina se difundían los datos del Indec que nos cuentan que se necesitan $495.798 para no ser pobre en Argentina, una cifra brutal, que comprendida en el contexto en el que nos movemos resulta desconcertante. Nos hemos acostumbrado a la desigualdad y a que esta se pronuncie, se haga más evidente y amarga y casi nos parece que es natural que así sea. Siguiendo adelante en la línea de las noticias más recientes, me topo con un bloqueo sindical, o apriete, o como carajos decidamos llamarlo, que mantiene paralizada a una empresa láctea cordobesa y que obligó a derramar 70.000 litros de leche con perdidas de al menos 800 millones de pesos. ATILRA, es el mismo sindicato que forzó al cierre de una planta de quesos en Santa Fe durante el mes de diciembre y que mantiene contra la pared a SanCor desde hace muchos, demasiados meses. Siguiendo mi recorrido por la página encuentro que en los últimos 4 años acumulamos 1020 % de inflación, que nuestras exportaciones fueron desastrosas el año pasado y que las Distribuidoras de gas piden una adecuación tarifaria superior al 500% tras la absurda política de tarifas que llevó adelante el kirchnerismo por 20 años (por la que Macri hizo bastante poco) y que dejó a la Argentina al borde del colapso energético y con una infraestructura decadente de los años 90. La última bitácora de El Aguijón es un análisis de la necesidad de construir confianza de Javier Milei y queda encuadrada en este panorama apenas descrito.
Tal vez sí estemos contando algo
Entonces sí, estamos contando algo. Estamos contando que son siempre los más débiles los que pagan las cagadas de quienes nos gobiernan (inflación y miseria), y estamos contando el formidable desapego de la realidad que padece nuestra clase dirigente (Alberto en el Vaticano o los dirigentes de ATILRA que bloquean fábricas), la misma clase dirigente que este verano tiene el desafío colosal de paliar la crisis y contener los excesos que la visión de Javier Milei no es capaz de percibir en este ajuste imprescindible e inevitable. Reflexionando me quedo pensando que tal vez hubiera sido mejor que lo hiciera otro al ajuste, uno con más visión, con mayor sensibilidad; es probable que si. Pero ese otro nunca apareció, por lo que a fines prácticos...
Desde acá
Así que desde esta modesta plataforma, seguiremos contando algo siempre, nuestra primera página - main page - página principal, estará siempre diciendo algo. Podrá gustar o molestar, mucho mejor si incomoda y sacude, y un poco mejor también si ofende. Porque solo así es posible romper ese brutal flujo de información que diciéndolo todo, no nos está contando nada.
La semana nos va dejando algunos hashtags, palabras guía. Dejo solo algunas: pobreza, hipocresía, violencia, incapacidad y cinismo. Podríamos agregar “expectativa” referida a lo que está pasando en el Congreso, para ponerle un poco de onda y no cerrar tan abajo.
Buena semana, espíritu crítico, ojo filoso y mente amplia, les augura El Aguijón
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