La Corte Suprema de Justicia de la Nación no le tomó juramento a los miembros enviados al consejo por el Senado de la Nación mientras que si lo hizo con los enviados por la Cámara de Diputados, donde no se había señalado ninguna irregularidad; el ardid de Cristina para entorpecer el funcionamiento de éste organismo clave, chocó con lo firme decisión de Horacio Rosatti de ponerlo en funcionamiento
La vicepresidenta insiste en impedir el normal funcionamiento del Consejo de la Magistratura
La decisión de la Corte Suprema va en armonía con las decisiones tomadas al respecto desde que en Marzo, Horacio Rosatti se puso al hombro a un Consejo de la Magistratura paralizado, para intentar devolverle sentido y ponerlo en funcionamiento.
El fallo precedente en la que se había determinado que la Presidenta del Senado había realizado una triquiñuela que buscaba engañar a la Justicia, fue contundente. El Senador Juez debería haber tomado su lugar en el Consejo sin dilaciones, pero no fue así. Cristina insistió con una movida calcada, que más allá de alguna duda inicial, está condenada a recibir igual tratamiento que la anterior.
Está claro que el objetivo del Presidente de la Corte es uno, y va más allá de intereses políticos coyunturales. El Consejo de la Magistratura es un organismo fundamental en el esquema de la Justicia argentina. Se ocupa nada menos que de designar a los jueces y FIscales, controlar y juzgar su funcionamiento y, en caso de mal desempeño, es quién decide la destitución de los magistrados.
Desde hace poco más de un año, la figura de Rosatti ha ido acentuándose. Su centralidad ha ido haciéndose cada día más evidente, casi en proporción directa a los embates cada vez más groseros del Poder político contra la justicia. Este embate, se ha verificado de manera sostenida y en todo el país. Sin embargo, la embestida de Cristina Kirchner y su “Senado personal” ha sido particularmente grosera y descarada.
En esta guerra personal de la ex presidenta, la búsqueda de obstaculizar el Consejo de la Magistratura para controlarlo, ha sido paradigmática. Por eso, el fallo de la corte a favor de Juez y la negativa a tomar juramento a los Senadores designados por Cristina Kirchner, es un golpe duro que parece solo estar precediendo a otros, aún más duros.
“Sin comentarios. No vamos a adelantar ninguna jugada”, informa el Diario Clarín que habría expresado un referente del bloque del Frente de Todos en el Senado. El uso de la palabra “jugada”, deja en claro el espíritu con el que vive el Kirchnerismo su desafío a la justicia desde el Senado de la Nación. “Tenemos una estrategia hacia adelante, pero no la vamos a adelantar. Paciencia y prudencia”, completaron sus declaraciones.
Será un mes difícil para la vicepresidenta, que se ve acorralada y cada vez con menos margen de acción en todos los frentes judiciales que mantiene abiertos. La decisión de la Corte llegará tarde o temprano, y habrá que ver hasta donde está dispuesta la vicepresidenta a llevar adelante una guerra por la que ya ha sido denunciada penalmente.
Rosatti ha sido constante e implacable en su búsqueda de poner en funcionamiento al Consejo utilizando el camino de la legalidad.
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