Emiliano Damonte Taborda
La devaluación para el sector de la soja, generó una enorme sucesión de problemas para la economía, de los que la paralización de la producción de biodiesel es un ejemplo muy claro. Situaciones que el equipo económico del superministro no supo prevenir. Los monstruos artificiales como el Dólar Soja, abren la caja de Pandora. Una vez que el desorden inicia, no hay manera de prever hasta donde llegará el caos generado.
A toda acción corresponde una reacción
La implementación del “dólar soja” por parte del ministro de Economía, Sergio Massa, que llevó el tipo de cambio a $ 200 para la productores, generó una disparada de más del 30% del precio del aceite de este poroto que provocó el freno de la producción de las plantas de biodiesel, que utilizan este producto como materia prima fundamental.
En la segunda quincena de septiembre los productores dejaron de entregar biodiesel a las refinerías, donde se mezcla con el gasoil. Ya se frenaron las plantas productoras de provincias como La Pampa y San Luis, y en esta semana se ha frenado la producción del resto del país, asegura el medio especializado EconoJournal.
Por ley, el biodiesel se mezcla en un 12,5% con el gasoil. Las aceiteras, que proveen de aceite de soja a las plantas pymes de biodiesel, venían vendiendo el producto a un tipo de cambio de alrededor de los 140 pesos.
La implementación del dólar especial para el complejo sojero exportador, hizo que, de un momento para el otro, se comenzara a vender aceite en el mercado local, para la producción de biocombustibles, con un aumento de hasta el 47 %.
Con estos valores, los productores se vieron obligados a consumir los remanentes en stock, y luego a detener la producción. Hoy en día no se está produciendo biodiesel en Argentina.
El enésimo perjuicio generado por la Secretaría de Energía
En el sector de biodiesel creen que en el equipo de Massa no se dieron cuenta de la complejidad que traía para las plantas productoras la implementación del “dólar soja”. Pero acá no se trata solo del “equipo de Massa”, sino de una Secretaría de Energía que ha solo combinado desastres desde hace meses, bajo el control de La Cámpora.
Se sabe que ha habido reuniones del sector con Federico Bernal, pero hasta el momento no se conocen medidas concretas tendientes a resolver el problema. Pero lo que más sorprende, es que nadie haya levantado la mano para señalar anticipadamente el problema desde la Secretaría de Energía, o mejor aún, en la subsecretaría de Hidrocarburos que dirige el mismo Bernal y que debería ocuparse exactamente de estos temas (hidrocarburos = combustibles liquidos = gasoil, nafta)
Algo que agrega complejidad al tema, es que el biodiesel se mezcla con el gasoil por ley. Subir el precio regulado (por devaluación o por escasez) podría generar un incremento del precio de los combustibles, algo que el gobierno dice querer evitar en este contexto inflacionario.
Descalabro
El “dólar soja” comenzó a regir el lunes 5 de septiembre y está vigente hasta fin de mes. El viernes anterior anterior a la implementación (2 de septiembre), el gobierno había fijado la tonelada de biodiesel (un precio regulado por la Ley 27.640) en $ 220.000, pero tres días después las aceiteras comenzaron a vender la materia prima más cara con tipo de cambio a $ 200, que llevó a que el precio de la tonelada de este aceite oscile entre los $ 240.00 y $ 280.000. Es decir, la materia prima alcanzó un valor superior al precio regulado del producto final. “No nos dan los números, no podemos producir con estos precios”, señaló un productor de biodiesel.
La caja de Pándora
El dólar soja, dejará de estar vigente el último día de septiembre. Las plantas podrán ahora volver a producir ante la esperable baja del precio del aceite. No caben dudas de que se trata de una situación que bien podría haberse previsto y para la que hubiera sido posible pensar algún tipo de parche que permitiera seguir con la producción.
Si algo queda claro tras este primer dólar soja, es que los problemas que causan estas devaluaciones sectorizadas y por tiempo limitado, supera por mucho lo que está dentro de la capacidad de gestión de este Gobierno, y posiblemente de cualquier organismo.
Los monstruos artificiales como el Dólar Soja, abren la caja de Pándora. Una vez que el desorden inicia, no hay manera de prever hasta donde llegará el caos generado.
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