En juego mucho más que la dirigencia del centenario partido; como siempre en estos últimos años, la UCR es un jugador de peso en el baile político Nacional y el resultado de su interna definirá gran parte de los equilibrios del poder en una etapa de redefiniciones del circo político; Lousteau y el correntino Valdés se disputan la presidencia del Comité Nacional
Redefiniciones
En un contexto de redefinición de la arena política, con una fragmentación casi inédita, con un Juntos por el Cambio barajando y dando de vuelta y prácticamente sin Peronismo, la importancia de la interna Radical se vuelve determinante. De esta elección surgirán las líneas guía del comportamiento del centenario partido, y estarán en juego básicamente la relación con el Presidente Milei y con el resto de la oposición.
Tras la encendida discusión por la presidencia del bloque en la Cámara de Diputados, mañana se llevará adelante la votación por la que se definirá, entre otros cargos, quiénes ocuparán la presidencia y vicepresidencia del Comité Nacional. Por eso, la dirigencia correligionaria acelera la negociación por el poroteo de delgados que tiene a dos principales contendientes: el senador nacional Martín Lousteau y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés. La discusión que subyace a estos dos perfiles es cuál será el vínculo con el gobierno de Javier Milei y con Pro.
Lousteau con ventaja
Mientras que Lousteau pica en punta y es apoyado por el exgobernador de Jujuy Gerardo Morales, Valdés funciona en tándem con el mandatario mendocino, Alfredo Cornejo, quien lideró el “Grupo Malbec”. En este espacio se agruparon los dirigentes radicales cercanos a la postulación de Patricia Bullrich en la pulseada presidencial dentro de Juntos por el Cambio (JxC). Lo hicieron para diferenciarse de la apuesta del jujeño por Horacio Rodríguez Larreta, al que acompañó como su candidato a vicepresidente.
Hoy, “los Malbec” pretenden liderar el grupo de los cinco gobernadores radicales que apuestan a consolidar la liga de diez líderes provinciales de JxC. Su postura frente al nuevo gobierno libertario es plantarse como una “oposición razonable”. Se piensan como un eje de poder que garantice gobernabilidad a cambio de recursos y apuestan a desligarse de las decisiones de las superestructuras partidarias. “Nosotros sacamos los votos”, repiten. En la vereda de enfrente, cerca de Morales y Lousteau, hay un radicalismo refractario a las ideas de Milei y hablan de dejar de ser el “furgón de cola” de Pro.
Unidad a prueba
Esta pugna por el perfil del partido centenario se exteriorizó la semana pasada con la encendida negociación para definir al presidente del bloque UCR en la Cámara de Diputados. Rodrigo de Loredo, de Evolución radical, terminó imponiéndose frente a Facundo Manes, impulsado por Morales. El cordobés fue apoyado principalmente por los gobernadores, quienes ven en De Loredo una renovación así como a un hombre de diálogo con puentes en Pro y, con ello, en La Libertad Avanza (LLA). Lousteau terminó acompañando esta decisión a pesar de mantenerse al margen de la pelea: se concentró en ganar la batalla por la presidencia del partido.
A pesar de las diferencias que marcan los perfiles en pugna por la conducción del Comité Nacional, durante la sesión de ayer en el Senado, en la que se eligieron las autoridades del cuerpo, Lousteau actuó en sintonía con el gobierno libertario. No solo se plegó al acuerdo de conformar un gran agrupamiento antikirchnerista para arrebatarle la mayoría de las comisiones al bloque de Unión por la Patria (UP), sino que Dolores Martínez, quien responde al senador nacional, fue designada como Secretaria Parlamentaria de la Cámara. ¿La contraprestación de su apoyo?
Commentaires