La frase del Quijote me sirve de título para esta reflexión. Juntos no estuvo muy “juntos” que digamos, Milei generó un miedo que se le fue de las manos y Massa puso una monstruosidad de guita en la calle, a toda la maquinaria peronista en movimiento y supo usar el miedo a su favor; los números del peronismo fueron malos
Por Emiliano Damonte Taborda
Massa y Milei irán a ballotage el 19 de noviembre
Deberán pasar horas, tal vez algunos días para poder empezar a descifrar lo que pasó ayer. Pero creo que una clave de lectura pasa por la tajante definición de Andrés Malamud en Twitter:
“El resultado fue producto de la oferta más que la demanda: si el cambio se divide, gana la continuidad”
Maquinaria
Antes de esbozar un principio de análisis voy a exponer una conclusión, que para mi está a la base del resultado electoral de ayer, más allá de las cuestiones más finas que entiendo han tenido influencia. Massa y Unión por la Patria ganaron porque pusieron en funcionamiento a toda la maquinaria electoral peronista poniendo una cantidad monstruosa de guita en la calle. Después viene lo demás.
No tan juntos
Juntos por el Cambio no fue tan “Juntos” y no fue percibido tan “por el cambio”. Las responsabilidades se repartirán en estos días, y el análisis probablemente deje de ser demasiado importante una vez que la fragmentación inevitable se verifique. Ojo, Juntos por el Cambio no va a desaparecer, más bien se va a reconfigurar e irá a ubicarse en las dimensiones que tenía antes de 2015, refugiándose en la CIudad para lamerse las heridas y repensarse, manteniendo relación con algunas de las provincias en las que logró poner Gobernadores.
Un elefante en un bazar
El entusiasmo que generó LLA encontró su techo y las exageraciones de un espacio lleno de gente mal preparada y claramente improvisado hicieron su trabajo. No se pueden decir tantas barbaridades. El último mes de las declaraciones de algunos referentes del espacio pareció una competencia de desquicios. El proyecto de Lemoine para renunciar a la paternidad, la ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano, pero sin dudas la acumulación de manifestaciones bizarras de una fuerza que sobreactuó el cambio, hicieron mella y limitaron sus posibilidades.
Espacios sagrados de la sociedad
Me parece interesante dejar constancia de un tema que la gente de La Libertad Avanza menospreció. En toda sociedad hay temas sagrados, espacios en los que es preferible no entrar a hacer lío. Es imposible salir de ahí sin pagar un precio, ofender esos símbolos es ofender a la sociedad en su conjunto. Se trata de un fenómeno netamente social, no individual. Creo que el iconoclasta candidato menospreció los hilos que estaba tocando con temas como los desaparecidos, por citar solo uno. Nunca calculó cuánto ganaba y cuánto perdía en sus ofensas, se lo comió el personaje.
El miedo
Y acá aparece otro tema, el miedo. Milei asustó a los votantes, y por algún motivo la gente prefirió refugiarse en Sergio Massa, “casta” hasta la manija. Para un sector enorme de la sociedad argentina, golpeada por la crisis, con carencias cada día más básicas, la “casta” y el sistema de clientelismo son el único refugio percibido como real. El Estado no les da cloacas, no les da seguridad, no les da salud y a mala pena les da educación, pero les tira unos mangos con los que con un poco de suerte come. Nadie encontró la manera de darle seguridad a esta franja de la población. Los gritos y las amenazas de los candidatos opositores no asustaron al sistema, pero si a sus clientes, y estos cerraron filas alrededor de sus captores.
Vienen tiempos de reordenamiento tras la fragmentación. Habrá que observar con tranquilidad, pero la verdadera reconfiguración de la política post 2023, sólo comenzará a plasmarse con seriedad con el correr de los meses.
Mientras tanto, en poco menos de un mes, iremos a las urnas una vez más
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