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Foto del escritorEl Aguijon Noticias

La impresora al rojo para subsidiar la política de tarifas pisadas

Emiliano Damonte Taborda

En estos días circula la noticia de que la Secretaría de Energía está analizando subsidiar por 30.000 millones de pesos a las distribuidoras de gas; cuando les vengan a contar que la inflación es culpa del que les vende el arroz que quiere enriquecerse a costa de ganancias “excesivas”, acuérdense de la que está saliendo de las impresoras por la falta de una política energética.


El gobierno solo resuelve imprimiendo y subsidiando


 

El medio especializado en energía Econojournal publicó ayer una nota que replicamos casi íntegramente, en la que se habla de la idea que maneja la Secretaría de Energía para evitar que las distribuidoras de gas colapsen definitivamente bajo el peso de la política de precios que les impone el mismo gobierno de Alberto Fernández.


Empresas en crisis

“Como el dinero que cobran de los usuarios residenciales no les alcanza para cubrir sus costos —que se incrementan al ritmo de la inflación—, las distribuidoras, el último eslabón de la cadena, recortaron sus planes de inversión —se enfocaron en las obras necesarias para garantizar la seguridad de las instalaciones— y, en el caso de las gasíferas, dejaron de pagar parte del gas que le compran a las petroleras.”

a Secretaría de Energía quiere evitar que la cadena de pagos desbarranque completamente. Tanto en el Enargas como en la cartera que dirige Flavia Royón, que este miércoles presentó los resultados de las subastas 4 y 5 del Plan Gas, preocupan especialmente los casos de de Metrogas y Camuzzi. Esas empresas acumularon deudas con YPF, la petrolera controlada por el gobierno, y la estatal Enarsa (ex IEASA), respectivamente, por más de 30.000 millones de pesos, según indicaron a EconoJournal fuentes al tanto de la situación.


Sucede que el tema del subsidio a los usuarios es solo una parte problema. Es sin dudas el problema que afecta de manera más evidente al gobierno, que pone el dinero directamente. Pero la parte más grave es siempre la que menos se ve, y tiene que ver con el atraso de las tarifas. Una situación en la que el gobierno de Alberto Fernández parece tener las manos atadas en un año electoral.


Más emisión

Si la idea que se está evaluando en el área energética del gobierno prospera, Cammuzzi Gas del Sur, que brinda el servicio en la Patagonia, podría llegar a recibir unos $ 18.000 millones que luego debería transferir a la empresa Enarsa, su principal proveedor de gas. En tanto que Metrogas podría recaudar unos $ 12.000 millones que debería utilizar para pagar una deuda con YPF, su accionista mayoritario y la petrolera que más gas le entrega. Este dinero, provendría fundamentalmente de emisión, ya que el gobierno no tiene otras fuentes de financiación.

Mientras se analiza imprimir 30.000 millones de pesos para evitar el colapso del sistema de distribución de gas, provocado por una política de precios regulados, la Secretaría de Comercio Interior, tortura a productores y distriuidores de alimentos pisandole los precios para sostener el absurdo relato de que es posible controlar y manipular los precios.

La emisión es evidentemente el único recurso que conoce el ministerio de economía para financiarse, pero lo hace de manera que se vea lo menos posible. Ya no subsidia a los usuarios, pero se ve obligado a subsidiar a las distribuidoras, que se encuentran ante una situación dramática.



Secretaría de Energía

En un gobierno que ha tenido areas inmensas de vacío total, en las que no ha habido gestión alguna, la Secretaría de Energía debería llevarse el Oscar a la ineficiencia y la improvisación. Una parte enorme del problema de liquidez de dólares que hoy tiene el país, es consecuencia directa de la inutilidad de los funcionarios que guiaron las gestión energética en los últimos tres años.

La falta de planeamiento, de previsión, de visión y de idoneidad ha ido haciéndose a medida que pasaban los meses, más evidente. La Cámpora la transformó en una caja más del kirchnerismo. Antes de la invasión rusa a Ucrania, por citar un ejemplo, Federico Bernal y compañía se ocuparon de emprender una guerra personal con Martin Guzmán que hizo que el conflicto y la suba del precio de las materias primas, nos agarrara sin haber comprado el gas para el invierno pasado, lo que redundó en compras de último momento a precios altísimos, con dólares que no teníamos.

Hoy nos encontramos ante una situación dramática de las distribuidoras de gas, pero debe destacarse que no es demasiado diferente la situación de las distribuidoras de electricidad o de las petroleras, todas cadenas afectadas gravemente por las tarifas pisadas del Gobierno de Fernández.

La única idea que se le cae a esta gente, es emitir y subsidiar. Por eso, cuando les vengan a contar que la inflación es culpa del que les vende el arroz que quiere enriquecerse a costa de ganancias “excesivas”, acuérdense de la que está saliendo de las impresoras por la falta de una política energética.




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