Mariano Cúneo Libarona, quien será Ministro de Justicia del Gobierno del Presidente electo Javier Milei, visitó hoy al mediodía a los Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Ricardo Lorenzetti, Carlos Rozenkrantz, Mariano Cúneo Libarona, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda
Fue una visita protocolar que el mismo Cúneo Libarona pidió a la Corte. Se trata del primer contacto de quien será Ministro de Justicia de la Nación desde el 10 de diciembre y la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
“Él nos pidió la reunión y accedimos a un encuentro protocolar porque todavía no asumió el cargo”, informaron en el Palacio de Tribunales. La Corte difundió una foto oficial del encuentro.
Antes de ir al Palacio de Justicia, Cúneo Libarona estuvo en los tribunales federales de Comodoro Py 2002. Lo vieron subir al séptimo piso del edificio, donde tiene su despacho el juez Andrés Basso. Es el flamante titular de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN)
Independencia judicial
El mandatario electo anticipó que pretende garantizarle el financiamiento a la Justicia independientemente de las decisiones administrativas del gobierno de turno. “Hoy la Corte tiene que negociar con el Poder Ejecutivo para tener el financiamiento, lo que hace que el Ejecutivo termine presionando, lo que me parece un disparate, por lo tanto queremos que existan partidas que permitan que la Justicia tenga financiamiento autónomo y de esa manera sean más independientes”, explicó.
Ratificación de la división de poderes
“A este edificio vengo ahora a saludar y después voy a venir poco o no voy a venir, que los jueces trabajen tranquilos”, declaró el futuro Ministro, con palabras que adquieren relevancia dada la dificil relación que tuvo la Corte Suprema durante el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que incluyó un intento de juicio político a los jueces del Supremo Tribunal que el nuevo Gobierno ya advirtió que no apoyará.
Corte Suprema protagonista forzada
De un par de años a esta parte, Horacio Rosatti se vio en la necesidad de intervenir enérgicamente en temas como la parálisis del Consejo de la Magistratura y las presiones constantes de un Gobierno que buscó por todos los medios condicionar el accionar del máximo tribunal. La relación con Martín Soria, empeñado este en pelear solo las causas judiciales de Cristina Kirchner, fue muy mala y en algunos aspectos nula. Estas presiones constantes, hicieron que la Corte Suprema se convirtiera estos últimos tiempos en protagonista de la escena política.
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