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Foto del escritorEmiliano Damonte

Horacio Rodríguez Larreta: “Laburar y laburar y laburar”

Horacio Rodríguez Larreta formalizó su candidatura presidencial poniendo como centro de su discurso la lucha contra la grieta. “O terminamos con la grieta, o la grieta termina con la Argentina”


Larreta lanzó su candidatura a Presidente con un fuerte tono anti-grieta


 

“Los únicos que se benefician con la grieta son los que la abrieron, los que se aprovechan de ella. Los que la usen, son unos estafadores. O terminamos con la grieta o la grieta termina con la Argentina”, deja en claro Larreta desde el kilómetro 0 de la Ruta 40, en el Cabo Vírgenes, en Santa Cruz.

Cuando faltan seis meses para las primarias presidenciales, el jefe porteño ratificó su estrategia para disputar el poder nacional: resaltó su perfil dialoguista y moderado. De hecho, sus asesores subrayaron que apuesta por “transitar un camino que integre a los argentinos, sin divisiones, con unión y diálogo en un país federal”. En el video dijo que quiere “ser un buen presidente” y llamó a “terminar con el odio e iniciar el camino de la transformación que la Argentina necesita”.

Larreta sugiere durante el video, que el país requiere de acuerdos para salir de la volatilidad económica. “En cada lugar que voy recojo lo mismo: ya cruzamos un límite. No queremos más seguir viviendo con el agua al cuello, siempre peleando, peleándonos entre nosotros”, sostuvo.

Larreta apuesta por el “centro”, donde confía que podrá cosechar los votos para ganar la elección. En la mesa de campaña de Larreta niegan que busque un golpe de efecto. “No hay bala de plata. Esto es una estrategia de acumulación”, señalan. Apenas Larreta publicó el tuit, Elisa Carrió (CC) salió a respaldarlo.

Dejando en claro que no cree en soluciones mágicas y que no se presenta como un caudillo salvador, resalta que la salida es “laburar, laburar y laburar y armar equipo para que las cosas pasen. Pero que después se mantengan en el tiempo”

Larreta comienza su camino apoyado en una gestión sólida en la Ciudad de Buenos Aires y se presenta como un dirigente racional que busca direccionar fuerzas en favor de un interés común. El objetivo de acabar con la grieta es sin dudas una reformulación del concepto, que deja del otro lado a quienes buscan dividir y exacerbar las diferencias. Larreta lee de este modo el sentimiento de una amplia franja de los argentinos que están cansados de líderes altisonantes que pregonan a los gritos soluciones inaplicables.

El discurso completo de Larreta

Un faro es la señal para saber adónde vamos. O adónde queremos ir.

Yo estoy acá en el kilómetro cero de la ruta 40. Que es la ruta que une toda la Argentina.

Hace tiempo ya que empecé a recorrer todo el país. Y en cada lugar que voy recojo lo mismo: ya cruzamos un límite. No queremos más seguir siendo lo que somos: no queremos más seguir viviendo con el agua al cuello. Siempre peleándonos, peleándonos entre nosotros.

Los únicos que se benefician con la grieta son los que la abrieron, los que se aprovechan de ella. Los que la usen, son unos estafadores.

O terminamos con la grieta o la grieta termina con la Argentina.

Los argentinos queremos ya iniciar el camino hacia vivir mejor.

Ahora la pregunta del millón es: ¿estamos dispuestos a hacer las transformaciones que se necesitan? Yo sí.

Yo quiero un país donde nos respetemos los unos con los otros. Un país donde igualar sea igualar para arriba. Un país donde la educación sea intocable. Un país donde se produzca en todos los rincones. Un país que sea un orgullo desde donde lo mires.

Un país con sentido común, donde todos apuntemos para el mismo lado.

A mi muchos me preguntan si yo sueño con llegar a ser presidente. Sería un honor, por supuesto. Pero no es un lugar al que se llega.

La presidencia tiene que ser el principio del camino de la gran transformación. Que no la van a hacer un grupo de iluminados o un líder carismático. Llevamos años y años de carisma y miren cómo estamos.

Lo mío es laburar y laburar y laburar. Y armar equipos de trabajo para hacer que las cosas pasen, pero que se mantengan en el tiempo. Porque si los cambios no son duraderos al final no sirven para nada.

No se trata de ser presidente, yo quiero ser buen presidente.

Y juntos terminar con el odio e iniciar el camino de la transformación que la Argentina necesita.

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