Hasta el esperma está contaminado. Un estudio, publicado en Environmental Science & Technology, ha sido realizado con muestras de semen de diez hombres e indica la presencia de aditivos plásticos como los ftalatos o bisfenoles, con potencial riesgo para la salud humana, además de aditivos químicos añadidos a los neumáticos, compuestos perfluoroalquilados industriales o tensioactivos, entre otros.
Estas evidencias aportan mayor información para que la legislación sea más estricta respecto a la comercialización y uso de estos compuestos para proteger la salud de la población.
Hasta ahora, era frecuente establecer la relación entre la contaminación ambiental y la infertilidad a través del análisis de sustancias químicas en muestras corporales más fáciles de obtener, como orina o sangre, pero su relación con la calidad seminal es menos directa.
“Para nosotros, era esencial establecer una metodología analítica sólida que nos permitiera detectar estos compuestos químicos en muestras complejas como es el semen”, explica Pablo Gago-Ferrero, investigador del IDAEA-CSIC y autor principal del artículo.
“Hay muy pocos estudios que analicen el semen directamente”, ya que, en general, la relación se establece entre “la contaminación ambiental y la infertilidad a través del análisis de sustancias químicas en muestras corporales más fáciles de obtener, como orina o sangre, pero su relación con la calidad seminal es menos directa”, aclara.
Más de 2.000 compuestos orgánicos en el esperma
En este caso, se utilizan los últimos avances en espectrometría de masas de alta resolución, la técnica más potente para la detección de contaminantes, lo que ha permitido analizar, por primera vez, más de 2.000 compuestos orgánicos directamente en el esperma y que son potencialmente nocivos para la salud humana. Además, este método allana el camino para entender cómo se acumulan estos compuestos cuando se produce la formación de espermatozoides.
Así, se recogieron muestras de esperma de 10 hombres sanos de entre 18 y 40 años residentes en Tarragona pertenecientes al proyecto Led-Fertyl, coordinado por la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira y Virgili y el Institut d’Investigació Sanitària Pere i Virgili.
Los resultados mostraron la presencia de 21 compuestos químicos de diferentes familias en las muestras de semen, incluyendo aditivos plásticos como ftalatos (que se usan para dar flexibilidad a plásticos como el PVC) o los bisfenoles A y S que se usan ampliamente en embalajes de comida, plásticos reutilizables o textiles.
Bisfenol-A
“Tanto los ftalatos como los bisfenoles están en el punto de mira de las agencias de regulación como la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas por sus efectos adversos en la reproducción masculina. De hecho, esta Agencia publicó recientemente una nueva ingesta diaria tolerable de bisfenol-A, cuyo valor es 20.000 veces inferior al anterior”, declara la investigadora de la URV, Montse Marquès.
Los compuestos perfluorados (PFAS) forman otra de las familias químicas detectadas en todas las muestras. Estas sustancias tienen un amplio uso en aplicaciones industriales y de consumo, encontrándose en revestimientos antimanchas, pinturas y barnices, muebles, sartenes, textiles, entre otros, debido a su elevada resistencia y estabilidad química. La evidencia científica actual vincula la exposición continua a estas sustancias con diversos tipos de cáncer, desórdenes inmunológicos y problemas metabólicos.
En 2022, la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU redujo el límite seguro de ingesta de estos compuestos en agua potable de 70 nanogramos por litro (ng/L) a 0,004 ng/L.
Sustancias perfluoradas
“Nuestros resultados demuestran que estas sustancias perfluoradas están presentes en el esperma de hombres sanos, lo que podría ser de suma importancia a la hora de abordar la salud reproductiva masculina”, subraya Gago-Ferrero.
Por último, se ha reportado por primera vez la presencia del MBT, un aditivo industrial que se utiliza en la fabricación de cauchos y neumáticos; y los tensioactivos, ampliamente utilizados en productos de cuidado personal.
Los autores recalcan el valor de esta metodología a la hora de abordar estudios a mayor escala, lo cual planifican para un futuro cercano. Esto les permitirá asociar la exposición a contaminantes químicos encontrados directamente en esperma con el riesgo de alteraciones de la fertilidad masculina. Hasta el ‘esperma’ está contaminado.
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