“Esta es una situación que viene sucediendo reiteradamente desde año tras año. Solamente cuando baja la demanda, como durante la pandemia o el año pasado por la sequía, no hubo escasez”, lamentó Armando Saliva, titular de dos estaciones de servicio sobre la ruta 14 y reconocido actor del sector de los combustibles desde hace muchos años en entrevista con Guillermo Pérez por "Descentrados" ( radiozonica.com.ar miercoles a las 13.00)
Faltante sin solución
Saliva lamentó “no lo veo solucionable en el horizonte cercano”. Estimó que “esto no tiene más solución que poner las cosas en términos normales, en los estándares internacionales” y advirtió que “no creo que sea sólo una cuestión de tarifas, creo que habla también de desinversión, de una realidad que no condice con lo que está instalado en el país. Petróleo a nivel mundial sobra”, remarcó y consideró que se trata de un problema local donde se subsidia la demanda, incluso la de compradores de países limítrofes que aprovechan los mejores precios argentinos.
En diálogo con Descentrados por Radio Zonica, Saliva relató que esta situación de falta de combustible viene “sucediendo reiteradamente año tras año. Por ahí algún año como en el caso del 2020 durante la pandemia hubo una retracción del consumo y no hubo escasez o lo que pasó el año pasado que con la sequía hubo menor demanda del campo, pero cuando todo empieza a querer caminar varias situaciones que se conjugan para que pase lo que está pasando en este momento”.
Detalló que “primero, hay un crecimiento del 7 al 8%, y en algunos corredores es todavía mayor” por la demanda de los países limítrofes. Ejemplificó que “en el Uruguay vale dos dólares el litro, en Paraguay está en 1,40 en Brasil está 1,30. Es decir todos están arriba del dólar. Hablando de dólar billete, no del dólar Banco Central. Eso hace que en este caso todas las estaciones de servicio de Concordia tengan una sobre demanda por parte de la gente del Uruguay”. Agregó que “por todo lo que creció en Concordia, los estacioneros de Salto (Uruguay) están todos enojadísimos”.
“Eso por un lado sucede con los combustibles livianos –aclaró-. Con el diesel pasa lo mismo: los camiones ruteros que vienen de Brasil, de Paraguay, de Uruguay, de todos lados que pasan por la ruta 14 quieren cargar combustible en las estaciones argentinas, lo que sería lo lógico en cualquier mercado normal”.
Estimó que “la macroeconomía indica que el consumo va a seguir así, mientras el precio no se corrija. Porque a pesar de la crisis que vivió el país, la venta de combustibles aumentó un 7%”, precisó.
Esta presión permanente del consumo “obliga a las petroleras, que no pueden lograr el abastecimiento propio a pesar de Vaca Muerta, a comprar afuera el combustible”, expresó. Contó que “en este momento creo que dos o tres barcos que están al arribo al país pero no han sido pagados por lo tanto no se sabe porque en el caso de la petrolera YPF no le dio el Banco Central la autorización para poder importarlos. Por lo tanto va a caer todavía más la oferta de combustible, que tiene que ser continua, constante, que tiene que tener una determinada programación. Una empresa como YPF tiene el 50% del mercado, y en algunos productos tiene hasta un 57 ó 58%, esto implica tener que hacer toda la logística y la distribución, la destilación etcétera, etcétera, y si no lo tenés pasa lo que está pasando ahora, qué hace tres meses por lo menos que venimos muy, muy para atrás”, graficó.
EL IMAN DEL CAMION
“Otro aspecto –advirtió- es el del “barril criollo” que se pacta con las petroleras que están acá, que cotiza 56 dólares y el internacional está entre 80 y 85 dólares. Y además los 56 dólares de acá son oficiales, todo esto retrasa la cosa. No hay juego de Libre oferta y demanda y los estacioneros estamos haciendo lo que podemos, despachando lo que tenemos. En las estaciones de servicio se les llama quebrar cuando te quedas sin producto: estamos quebrados tres o cuatro veces por día en distintos productos”.
“Porque además –agregó- es como una especie de imán: ven un camión descargando y automáticamente se arma la cola de camiones para cargar ahí. Así que no lo veo solucionable en el horizonte cercano, porque después de este congelamiento que ha habido de precios, a pesar de que se retocó muy poquito los 10 ó 12 pesos en la última semana, estamos lejos todavía de alcanzar un valor internacional”.
PERDIDAS INCLUSO DEL ESTADO
Destacó que “también hay otro componente que no se ha actualizado que es el de los impuestos internos. El combustible tiene dos componentes de impuestos: el ITC (Impuesto a la Transferencia de Combustibles) y la tasa hídrica que no sabemos muy bien para qué sirve que componían en el uno a uno, para llevarlo un momento en el que se lo tenía claro, era aproximadamente el 50% del valor del combustible. Hoy está en un 27%, por lo tanto el Estado también achicó su participación en la parte impositiva. Así que lo que veo para adelante, es que la escasez va a seguir”.
Cuando se le preguntó si esto es exclusivamente un problema tarifario, respondió “creo que no. Creo que habla también de desinversión, de una realidad que no condice con lo que está instalado en el país”. “Petróleo a nivel mundial sobra –remarcó-. Por las leyes de oferta y la demanda, llegó a haber un momento en pandemia, por ejemplo, que el petróleo tenía precio negativo. Significaba que si vos tenías petróleo, no podías dejar de producir y tenías que guardarlo en algún lado y no había lugar donde guardarlo. Por lo tanto era costosísimo conservarlo y tener petróleo. Ahí cayó la demanda y el precio se derrumbó. En este caso el precio se derrumba y la demanda aumenta y esto no tiene más solución que poner las cosas en términos normales, en los estándares internacionales”, advirtió.
DIESEL DOMINGUERO MAS BARATO QUE PARA PRODUCIR
Abundó en algunos detalles “para que se pueda entender mejor: el que anda en un auto diesel para pasear el domingo y carga en una estación de servicio, paga más barato el diesel que el hombre que lo usa para producir en el campo, porque el combustible del agro está más caro que el de la estación de servicio. Esa distorsión ilógica que tiene la Argentina”, se quejó.
Otra distorsión: “por ejemplo toda la zona de la provincia de Buenos Aires y Capital tienen un valor un 5 ó 7% menos que el resto del país: una locura. Vos cargas en Zárate y pagás más barato que en la primera de Entre Ríos a 50 km de distancia. Es una locura este manoseo constante del mercado. Hay que dejar correr el mercado. YPF tiene el 50% del mercado, por lo tanto lo podés regular con eso”.
INENTENDIBLE
Contó que “en el caso de Axion, por ejemplo, invirtieron 1200 millones de dólares para hacer una planta absolutamente nueva de destilación. Esa gente no la va a poder recuperar tan rápido y si no hay inversiones evidentemente no va a haber mayor flujo”, expresó “y por más que tengamos Vaca Muerta o Vaca Viva no se va a salir. Tiene que haber un horizonte claro. No sé si es Massa el problema o si será Milei o quién será, pero creo que el mercado corrige los valores y teniendo una petrolera tan gigante como es YPF y pudiendo moderarlo al mercado ya tenés herramientas para que nadie se haga muy el loco, pero ponerlo en los valores lógicos, para que no tengas que estar subsidiando el consumo del tipo que viene de afuera. Ese dólar que acá se paga $ 380, en la calle vale $ 1100 entonces le estás subsidiando el combustible a todos los que vienen de afuera. Estás sacando dólares del país, que no hay, para regalárselo a esa gente. Es una locura, una cosa inentendible”.
BARRIL CRIOLLO
Saliva explicó cómo funciona el llamado “barril criollo” de petróleo: “se toma como referencia el barril que es el Brent que es un petróleo que produce una determinada cantidad de destilación de nafta. Digamos es el jamón del medio de los petróleos. Hay otros que tienen mayor cantidad de azufre, como el de Venezuela. Cada petróleo tiene una distinta composición, por lo tanto el petróleo argentino debiera andar oscilando en los 65 - 70 dólares el barril, pero acá vale 56, aparte son 56 oficial. Por lo tanto ese valor se ve muy disminuido. Como que al que produce soja le digamos te sacamos el tanto por ciento de retenciones, pero además te pagamos un dólar de $ 380. Ese hombre tiene que comprar los insumos que están en dólares”.
Acerca de cómo se paga la diferencia estimó que “creo que la pagamos con inflación. No sé de dónde saldrán los dólares que no hay para pagar las cosas que no podemos pagar. No entiendo, no soy un especialista en el tema, pero sí sé que se ha aumentado la cantidad de dinero que se debe al exterior por las importaciones de 20.000 pasamos a 40.000 millones de dólares de deuda y de cosas que están trancadas y que no entran al país y hay falta de insumos en todos lados”
Una cosa que tiene que quedar clara es que por más por más que vos produzcas toda la nafta que quieras en el país hay insumos que los tenés que traer de afuera que van agregados a la nafta. Esos aditivos no se producen en el país y hay muy pocos países en el mundo que los producen. Yo entiendo que nadie quiere perjudicar al país supuestamente, pero que quede claro que este camino ya lo hemos transitado reiteradamente. Esto pasó desde que yo tengo memoria. Del gobierno de De la Rúa en adelante siempre hemos tenido crisis y más crisis, la más grande fue la del 2008 con el paro del campo y después todos los años, a excepción de los que hubo crisis o sea por las condiciones climáticas o por la pandemia ahí sí esos años no hubo problema porque cayó mucho la demanda. Después sí, todos los años hubo problemas y siempre está distorsionado que el campo lo paga más caro que el dominguero”.
Avaló que queda claro entonces que aunque uno no pueda simplificar en que es exclusivamente un problema de tarifas, se entiende que si el producto tuviese un valor más parecido a lo que realmente debería valer los actores de mercado tendrían un incentivo mayor para invertir y aumentar la oferta.
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