Los pronósticos de las encuestadoras daban a Lula ganando en primera rueda con cierta facilidad, sin embargo Bolsonaro hizo una gran elección y dejó todo por resolver en el ballotage del 30 de octubre próximo. Lula 48,43% - Bolsonaro 43,20%. Se trata de las elecciones más polarizadas de la historia de Brasil, que llegan después de un proceso divisorio desgastante para el país vecino.
Jair Bolsonaro rompió todas las previsiones
En Brasil una vez más las elecciones se definirán en el ballotage. Atrás quedaron las expectativas de Luiz Inacio Lula da Silva de ganar en primera rueda. Este resultado deja fortalecido al presidente y llena de preguntas a Lula, aunque la historia marca que desde 1985 a la fecha, en el ballotage siempre ganó el candidato que obtuvo más votos en la primera vuelta.
Se trata de dos personajes icónicos. Para Lula, una victoria contundente en primera rueda hubiera abierto un panorama menos complejo, al menos en el arranque. Estos números de Bolsonaro, aún en el caso en que Lula confirme su victoria en el ballotage, le dejarán un panorama con poco espacio para generar grandes cambios.
De hecho, más allá de excelente elección que termina haciendo, el gran éxito de Bolsonaro al día de hoy es la elección para el Congreso, que terminará teniendo un perfil claramente conservador, en particular en el Senado. La otra ruidosa victoria bolsonarista, fue en la gobernación de San Pablo, donde el candidato Republicano Tarsicio de Freitas (42,4%) le ganó con claridad a Haddad (35,6%), rompiendo con la hegemonía histórica del PSDB
El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, aliado de Bolsonaro, fue reelecto con el 58,2% de los votos. Y en Minas Gerias, otro de los estados claves del país, Romeu Zema, del partido Novo (afín al bolsonarismo) fue reelecto con más del 53% de los votos.
Ahora el trabajo de los dos candidatos se deberá enfocar en obtener los votos que fueron a Simone Tebet (MDB 4,16%) y Ciro Gomes (PDT 3,04%). Son muy importantes también en este escenario los votantes en blanco y los nulos, y lograr atraer a los ausentes.
Expectativa del Gobierno Argentino
En Argentina la elección era seguida con expectativas por el oficialismo, que intentó incluso subirse a la prevista victoria en primera vuelta de Lula organizando un acto de cierre de campaña que presidió el mismísimo gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
“Hoy todos sabemos que Lula es inocente, fueron mentiras, patrañas televisadas mil horas”, había dicho en su discurso de cierre Kicillof, buscando traer agua para el molino de Cristina en forma un poco torpe.
El resultado de ayer, baja sin dudas los decibeles de euforia que traía el Frente de Todos, buscando de manera forzada subirse a una victoria de Lula en primera vuelta.
Lo que viene
Bolsonaro promete hacer “buenas alianzas” y Lula asegura que “vamos a ganar las elecciones”. Pero más allá de eso, comienza ahora mismo un proceso en el que ambos deberán hacer algo más para captar los votos que no fueron capaces de acercar en la campaña previa. ¿Será suficiente el envión que trae Bolsonaro para dar vuelta por primera vez desde 1985 una elección? ¿Habrá Lula alcanzado su techo? El 30 de octubre tendremos las respuestas.
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