El paquete de medidas anunciado por Massa, podría tener un costo fiscal de unos $ 490.000 millones. En plena campaña y con la intención de entrar al menos al ballotage, se lanza un nuevo "Plan platita" que traerá un magro alivio a más de 15 millones de argentinos que sufren el embate de una inflación que en septiembre sería récord
Sergio Massa implementa una extención del"Plan llegar" que es una reedición de los planes "Platita".
Inflación sin freno
Mientras los efectos del la crisis contínuan castigando con agresividad creciente a las familias de menores ingresos, el Ministro de Economía anunció un paquete de medidas que no son otra cosa que paliativos que solo incrementarán la presión sobre la inflación en los meses sucesivos.
Atento a su costumbre de intervenir tarde y solo con golpes de impresora, el Gobierno dice apuntar a calmar la situación de "inestabilidad" que el propio ministro de Economía y candidato reconoció en los últimos días. El salto del precio del dólar de 22% el día después de la derrota del oficialismo en las PASO aceleró la inflación, y la semana pasada se sumaron saqueos y robos en varias provincias y el conurbano.
Paquete de medidas, tarde pero inseguro
De todos modos, y a pesar de las presiones que ejerció el Kirchnerismo en las últimas jornadas, el Gobierno buscó minimizar su impacto, mirando las cuentas fiscales, y definió que los aumentos sean a través de bonos y sumas fijas por un plazo no mayor a los tres meses, lo que implica que el gasto es temporal. Y, por otro lado, puso topes en los ingresos, de modo que las subas solo alcancen a las categorías más bajas de jubilaciones o salarios.
Así, la suma fija de $ 30.000 que percibirán los trabajadores de la administración pública en septiembre y octubre con sueldos de hasta $ 400.000 netos representará una erogación de $ 3.000 millones por ese lapso. Y los $ 37.000 para 3,2 millones de jubilados y pensionados de la mínima en septiembre, octubre y noviembre, significarán más de $ 350.000 millones.
Unica vez, dificil que el chancho chifle
"Los paliativos, como la suma fija, son por única vez, el costo fiscal se concentra en septiembre y octubre, pero no es permanente. Otro patrón es que hay topes, no es para todos. Había que concentrar el esfuerzo fiscal ahora para compensar el shock inflacionario tras la devaluación, pero que no se extienda en el tiempo", dijo Lorenzo Sigaut Gravina, socio fundador de Equilibra.
Sin embargo estamos llegando a fin de año, y sabemos que siempre se trata de un período en el que el Gobierno se ve casi obligado a intervenir, por lo que decir que buscan concentrar el esfuerzo fiscal en este período, se vuelve muy poco serio.
El refuerzo en la tarjeta Alimentar en octubre y septiembre de entre $ 17.000 y $ 23.000 -que alcanzará a 2,4 millones de titulares de la AUH- sumará a la cuenta $ 110.000 millones. Y los $ 10.000 que cobrarán los 1,3 millones de titulares del programa Argentina Trabaja en esos dos meses, implicará una partida de $ 26.000 millones.
Actividad en caída
Una de las preocupaciones de Massa es que siga cayendo la actividad. En junio, registró la cuarta caída al hilo (estaríamos comenzando a juntar méritos para una recesión) y acumula una baja de 1,8% en el año. Entre otros motivos, por las restricciones a las importaciones ante la escasez de dólares. "Decidimos tomar medidas para minimizar el impacto de la devaluación y que no caiga la actividad", explicaron cerca del ministro.
Un tambladeral
El Gobierno sabe, no osbtante, que camina sobre un tembladeral. Los consultoras esperan una inflación anual de hasta el 170% anual con una pobreza ya en torno al 38%, y el Fondo exige reducir el déficit primario al 1,9% del PBI. "Nada de esto va a ser para comprar bonos del tesoro de EE.UU, vuelve a actividad", agregaron en el Ministerio de Economía.
¿Cómo se va a financiar el nuevo gasto? No está claro. El costo fiscal suma 0,5 puntos del PBI, por lo que el déficit primario sumará en octubre 1,8% del PBI, al filo de la meta comprometida para 2023. A menos que el Gobierno, compense el gasto extra con una suba de impuestos o recortes en otras áreas. De hecho, se bajarán subsidios con un aumento de tarifas.
"No hay margen para aumentar el déficit que ya de por sí superará a la meta acordada con el FMI, la cual sigue sin modificarse. Por otro lado, se atacan las consecuencias pero no hay planteos respecto a cómo se va a combatir una inflación ya en dos dígitos mensuales", advirtió Claudio Caprarulo, director de Analytica.
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