El Gobierno permitió un aumento de los combustibles para compensar el ritmo de devaluación
- Emiliano Damonte
- 1 abr
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Es innegable que la herencia que recibe el Gobierno de Milei es de las peores de la Historia, pero a esta altura, también es verdad que los precios siguen regulados y el Gobierno actualiza impuestos en una economía que más allá de la austeridad fiscal y la consecuente reducción de la emisión, sigue funcionando de manera muy similar a como ha funcionado los últimos años. Los precios corren de atrás a la inflación, que sí existe, que es alta, y que sigue generando distorsiones al chocar con las regulaciones.

Desde hoy, martes 1° de abril, comenzó a regir un nuevo aumento de los precios de la nafta y el gasoil en los surtidores. Días atrás los Estacioneros habían comenzado a hablar de un atraso del 20% en el precio. Se generó una adecuación del impuesto a los combustibles líquidos que estaba pendiente desde mayo del año pasado. Se trata de un impuesto que por tres años pisó el Gobierno de Fernández generando otra distorsión.
Es innegable que la herencia que recibe el Gobierno de Milei es de las peores de la Historia, pero a esta altura, también es verdad que los precios siguen regulados y el Gobierno actualiza impuestos en una economía que más allá de la austeridad fiscal y la consecuente reducción de la emisión, sigue funcionando de manera muy similar a como ha funcionado los últimos años. Los precios corren de atrás a la inflación, que sí existe, que es alta, y que sigue generando distorsiones al chocar con las regulaciones.
De esta manera, el Gobierno de MIlei oficializó el incremento en los impuestos que se trasladan a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, a través del Decreto 243/2025, publicado en el Boletín Oficial.
El miedo es que esto se traslade a inflación, por eso la prudencia, pero la presión se empieza a hacer insostenible, porque al fin y al cabo se está manteniendo un precio regulado por el Estado, aislado de las variables que verdaderamente lo afectan, tales como precios internacionales y costos.
Milei empezó con entusiasmo e impulsó una liberalización del precio local de los combustibles tras el atraso que dejó la gestión anterior. La nafta en la Ciudad de Buenos Aires pasó de $311 en noviembre de 2023, antes del recambio presidencial, a $1.173 en marzo de 2025, según el portal especializado Surtidores. Esto representa un aumento del 277,5% nominal, muy por encima de la inflación acumulada en el período. Pero la complejidad de este ajuste es de doble punta. Una es que se trata de recuperar sobre un atraso de años, y la otra es que el combustible es uno de los costos que más rápidamente se trasladan a inflación.
Ventas de combustible, en caída
La venta total de combustibles al público en Argentina alcanzó en febrero de 2025 un volumen de 1.309.505 metros cúbicos, entre naftas y gasoil, lo que representó una caída del 4% interanual respecto del mismo mes del año anterior. La baja también se reflejó en la comparación mensual, con un descenso de 7,9% frente a enero de 2025. Con este resultado, el sector acumuló quince meses consecutivos de contracción.
Los datos provienen de un informe elaborado por Politikon Chaco en base a estadísticas oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación. En el detalle del total comercializado durante febrero, las naftas concentraron el 58% del volumen, mientras que el gasoil explicó el 42% restante.
Dentro del segmento de naftas, la evolución interanual mostró una baja del 1,1% a nivel nacional. Este comportamiento se explicó por la caída del segmento súper, que descendió 4,8%, mientras que el tipo premium volvió a mostrar un crecimiento, con un aumento del 11,3%, aunque en volúmenes más reducidos.
En el caso del gasoil, la contracción interanual fue más marcada, con una disminución del 7,7% respecto de febrero del año anterior. Según el informe, el gasoil común retrocedió 14,7%, mientras que el gasoil premium exhibió un incremento del 5,8% en el mismo período.
A nivel geográfico, el informe identificó seis provincias que registraron aumentos interanuales en las ventas totales de combustible. Formosa encabezó esa lista con un alza del 3,1%, seguida por Chubut, con un 2,4%. También mostraron avances Neuquén, Tierra del Fuego, Chaco y San Juan, aunque con incrementos inferiores al 1%.
Por el contrario, dieciocho jurisdicciones del país mostraron caídas en la comparación interanual. Entre ellas, las mayores retracciones se observaron en Río Negro, la Ciudad de Buenos Aires y Tucumán, todas con descensos de doble dígito. CABA registró una baja del 12,8%, Río Negro del 13% y Tucumán del 15,1%.
En cuanto al tipo de combustible más vendido por provincia, la nafta lideró en 22 de las 24 jurisdicciones del país. Los casos excepcionales fueron La Pampa y Mendoza, donde el gasoil superó en volumen al consumo de naftas.
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