La combinación de fenómeno del niño, deforestación y cambio climático está exponiendo al Amazonas a su peor crisis conocida con una escasez de precipitaciones sin precedentes
La región del Amazonas sufrió un daño irreparable en 2023 a causa de la contaminación. Un reciente estudio demuestra que la acción humana ha llevado a esta zona verde de la Tierra al límite. El Amazonas es noticia desde hace tiempo a causa de la deforestación. Sin embargo, este no es el único enemigo que amenaza al bosque tropical… En este artículo especializado, te contamos todo lo que necesitas saber sobre otro aspecto que está destruyendo uno de los lugares más emblemáticos del mundo: su sequía desde mediados de 2023, un año especialmente crítico respecto a la escasez de precipitaciones.
Los expertos achacan esta realidad a la presencia del fenómeno El Niño y al cambio climático que ha causado la contaminación (cuyo origen está en las acciones del ser humano). La prolongada sequía del Amazonas está afectando a varias zonas de la cuenca del río más caudaloso del mundo. El impacto no afecta solamente a la población de la zona. Hay múltiples ecosistemas que ayudan a regular el clima local que están padeciendo un fuerte daño.
Niño agravado
Muchos meteorólogos anticiparon que las temperaturas se elevarían y habría una peligrosa escasez de agua cuando El Niño llegó al Pacífico (en 2023). Es normal que este tipo de anomalías se presenten durante periodos de El Niño, pero no con una intensidad tan feroz y de forma tan prolongada. El fenómeno oceánico desató un clima extremo que se ha intensificado con el cambio climático.
Según informa El Tiempo, “los estudios de atribución hechos con frecuencia en situaciones climatológicas extremas muestran esta tendencia”. Es el ejemplo de un análisis realizado por científicos del grupo World Weather Attribution (WWA), que revela que el cambio climático ocasionado por la emisión de carbono que genera el ser humano es el motivo principal de la sequía.
La contaminación ha causado un fuerte daño:
La contaminación tiene como consecuencia el calentamiento global y, por ende, cambios en la dinámica atmosférica que han instalado una sequía permanente. Ahora es 30 veces más probable pasar por periodos de sequía en los meses comprendidos entre junio y noviembre de 2023.
Hay otros estudios anteriores que alertan de que este escenario no hará más que empeorar a medida que la región se siga calentando. Esto podría llevar al Amazonas al “punto de no retorno” climático.
El uso de modelos numéricos para simulaciones climáticas ha sido una herramienta clave para que los expertos puedan entender la contribución del calentamiento global al régimen actual de precipitaciones. Compara el clima actual marcado por un aumento térmico de casi 1.2 grados desde la era preindustrial con el panorama anterior al calentamiento global. Los resultados conseguidos hasta ahora muestran que el cambio climático ha ocasionado que la escasez de lluvia en la zona sea 10 veces más probable y que la sequía agrícola sea 30 veces más probable.
Fases tan áreas solo se dan cada 50 años. Sin embargo, con un calentamiento global de 2 grados centígrados está previsto que este número cambie a unas pocas décadas. Concretamente, la región del Amazonas las vive cada 13 años.
La deforestación causa un daño fatal en el Amazonas: intensifica la sequía
En 2023 se registró un descenso de la superficie deforestada, especialmente en la región de Amazonas de Brasil. Pese a que este número resulta satisfactorio para la región, preocupa que siga siendo tanta la superficie arrasada. La tala de árboles y cambio climático antropogénico intensifican todavía más la sequía del Amazonas. Estos factores, junto al fenómeno de El Niño, tienen al bosque tropical en una tesitura complicada.
Si la tendencia continúa como hasta ahora, habría algunas zonas de la cuenca del río Amazonas en las que la selva pasaría a un entorno de sabana.
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