El Gobierno está licitando la compra de 30 buques de gas; para utilizar el combustible es necesario un proceso de regasificación que se hace en barcos equipados para llevarlo nuevamente del estado líquido al gaseoso; había discusiones sobre un segundo barco regasificador (para cubrir las necesidades invernales) que finalmente se ubicará en Bahía Blanca; los costes de la dependencia energética
La terminal regasificadora de Escobar no será suficiente para cubrir el pico invernal y se ubicará un segundo barco en Bahía Blanca
Tras las idas y vueltas, la empresa estatal concursó la contratación de un segundo regasificador que estará instalado en el puerto de Bahía Blanca. Al mismo tiempo, fuentes oficiales indicaron que un 25% de los 30 cargamentos que se están importando para la terminal de Escobar podrían redireccionarse hacia la planta ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires. Las ofertas por los cargamentos se presentarán este martes.
El segundo barco regasificador de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) volverá al país para estar operativo en la terminal de Bahía Blanca desde el 1° de mayo. Así lo confirmaron fuentes del área energética del gobierno a EconoJournal, que incluso indicaron que el concurso de la estatal Enarsa para contratar el servicio ya está en la calle desde hace dos semanas. Los oferentes interesado deberán presentar ofertas el 15 de febrero.
Al mismo tiempo, las fuentes consultadas aseguraron que Enarsa incluso podría redireccionar hacia la planta de Bahía Blanca entre 5 y 7 cargamentos de LNG que la empresa estatal está comprando bajo el paraguas de la licitación lanzada la última semana de enero con el objetivo de adquirir 30 buques de gas para la terminal regasificadora de Escobar, tal como adelantó este medio.
En cuanto al segundo barco regasificador, el ganador de la licitación se conocerá en marzo. Excelerate Energy, la compañía internacional que desde 2008 a la fecha estuvo a cargo de forma ininterrumpida del servicio de regasificación de LNG en la Argentina, sería el único oferente interesado en participar de la compulsa.
El buque regasificador Exemplar que operaba en la terminal del Puerto Ingeniero White dejó el país en agosto del año pasado. El nuevo buque regasificador estará activo desde mayo hasta el 31 de agosto.
Comprando y comprando
La importación de los cargamentos de LNG de Enarsa apunta a cubrir el pico de demanda de gas durante el próximo invierno.
La compulsa de Enarsa, la empresa que dirige Agustín Gerez, está estructurada para adjudicar bloques de 10 cargamentos de LNG (todos los buques en la misma operación) y, a diferencia de las licitaciones anteriores y pese a la falta de dólares, ofrece pagar por adelantado a los proveedores asignados. Enarsa espera que de la licitación participen petroleras como BP, TotalEnergies y Chevron y traders como Trafigura, Vitol, Glencore y Gunvour, entre otros.
El gobierno quiere aprovechar la caída del precio internacional del LNG. Es que la cotización del gas en el mercado de TTF de Rotterdam cayó a la mitad entre los últimos meses de 2022 y enero de 2023. Incluso el viernes pasado volvió cerrar también a la baja y se ubicó en los 60 euros por megawatt por hora, que equivalen a unos 18 dólares por millón de BTU.
Incapaces de alcazar la autosuficiencia
En 2018, el gobierno de Mauricio Macri despidió al buque con la esperanza de reemplazar el gas con producción propia. Esto no resultó. El barco metanero de la empresa estadounidense Excelerate Energy tuvo que volver al país en 2021. El año pasado, el buque operó entre el 15 de mayo y el 24 de agosto en la terminal de Bahía Blanca.
Para el invierno de 2023 la expectativa era que la Argentina no necesite el regreso del segundo buque para regasificar LNG porque, según el análisis que hacía la Subsecretaría de Planeamiento Energético de la cartera que conduce Flavia Royón, el país iba a poder reemplazar el gas licuado importado por combustibles líquidos (gasoil y fuel oil), en principio a un precio inferior.
Por eso se creía que en el próximo invierno el pico de la demanda de gas se iba a cubrir solo con la terminal de Escobar. No contratar un segundo buque regasificador para cubrir el mercado doméstico en un año electoral y en un escenario energético internacional complejo era una jugada arriesgada porque se corría el riesgo de afrontar cortes de electricidad y gas durante los meses más fríos del año. En este ida y vuelta, Enarsa tuvo que salir a aclarar en octubre que aún no estaba descartada la contratación de un segundo barco por el riesgo de abastecimiento que significaba no contar con esa terminal. Evidentemente el gobierno prefirió evitar este posible escenario y retornar el buque a Puerto White.
Fuente: EconoJournal
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