Siete años después de que salieran a la luz los abusos sexuales del cura Juan Diego Escobar Gaviria, la Iglesia Católica lo sancionó y pidió perdón a las víctimas. La sanción eclesiástica no es de por vida y en teoría cumplida su pena podría ejercer nuevamente el sacerdocio.
Escobar Gaviria fue condenado a 23 años de prisión por abuso sexual, podría volver a ejercer el sacerdocio una vez cumplida la pena
El cura abusador podría volver a ejercer una vez cumplida su condena
Condenado por abuso sexual simple agravado
El caso se hizo público el lunes 31 de octubre de 2016 y el 6 de septiembre 2017 un tribunal lo condenó a 25 años de cárcel por haber abusado a menores mientras se desempeñaba en la parroquia de la localidad de Lucas González, departamento Nogoyá.
En tres casos se lo acusó de promoción de la corrupción de menores reiterada, agravada por su condición de guardador; y en uno por abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto. Hoy está alojado en la Unidad Penal Nº 5 de Victoria “Gobernador Ramón Febre”.
Sin embargo, tras una apelación de su defensa, el cura logró que el Tribunal de Juicio de Gualeguay le redujera la pena a 23 años de prisión efectiva. La nueva pena se dictó al encontrarlo autor penalmente responsable del delito de “corrupción de menores reiterada agravada por la condición de guardador (tres víctimas) que concurren realmente entre sí (Artículos 45, 55 y 125 Párrafo 1° y 3° del Código Penal)”.
Mientras dure la pena judicial
Ahora se conoció una carta que el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, le envió a Nancy Ruiz Díaz, madre de Alexis Endrizzi, quien sufrió los abusos del cura a los 11 años. En la misiva, Puiggari confirma que hubo un juicio canónico y que se dictó una sanción contra el cura pedófilo: no podrá ejercer el ministerio sacerdotal durante el tiempo que dure su condena penal. La carta fue difundida por Ruiz Díaz a través de Facebook.
Además, la máxima autoridad de la Iglesia Católica provincial pidió perdón a las víctimas: “Quisiera expresarle mi dolor personal por lo que ha vivido toda su familia con motivo de esta causa. Sé también que ello no es suficiente al lado de la gravedad de la situación por la que han atravesado. Sólo me queda asegurarle oración y cercanía, y un renovado pedido de perdón en UD. a todas las víctimas”.
Sorprende de todos modos, que la sanción eclesiástica se limite a la extensión de la pena judicial. Por lo que en teoría el Sacerdote, culpable de abuso sexual, podría volver a ejercer el ministerio una vez cumplida su condena. Tal coincidencia deja dudas severas respeto a la equivalencia de las responsabilidades, considerando también que la insitución demoró años en cerrar un circulo que solo produjo dolor en las victimas y su entorno.
LA CARTA COMPLETA DE PUIGGARI
Estimada Señora Nancy:
Me dirijo a usted a fin de informarle que, en el proceso canónico llevado a cabo contra el Pbro. Juan Diego Escobar Gaviria, sacerdote perteneciente a la Cruzada del Espíritu Santo e Incardinado en Paraná, se ha acreditado con la certeza suficiente la comisión del delito de abuso de un menor de edad en la persona de R.D.R. El proceso ha terminado con la imposición de una pena canónica al mencionado clérigo, la cual habiendo transcurrido todos los plazos de apelación previstos en el Derecho Canónico y habiendo sido confirmada la sanción por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, se encuentra firme.
Esta sanción consiste en la prohibición total en el ejercicio del ministerio público del orden sacerdotal por el mismo plazo de condena que se le ha dictado en su situación carcelaria por disposición de la autoridad judicial, quede éste sujeto a nuevas disposiciones canónicas.
Quisiera expresarle mi dolor personal por lo que ha vivido toda su familia con motivo de esta causa. Sé también que ello no es suficiente al lado de la gravedad de la situación por la que han atravesado. Sólo me queda asegurarle oración y cercanía, y un renovado pedido de perdón en UD. a todas las víctimas.
Fuente: diario Uno
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