El tribunal dara a conocer su decisión, confirmando, revocando o modificando la sentencia a seis años de prisión contra la dos veces presidenta y vice de Alberto Fernández, Cristina Kirchner; la fiscalía quiere que se la condene además por asociación ilícita y la defensa reclama su absolución; el tribunal había considerado provado que la acusada había "violado sus deberes sobre el manejo, la administración o el cuidado del patrimonio lesionado, y con el fin de procurar un lucro indebido, perjudicaron los intereses confiados y obligaron abusivamente al Estado Nacional"
La Cámara Federal de Casación penal convocó a una audiencia para el próximo 13 de noviembre para dar a conocer su decisión en la causa en la que está condenada la ex presidenta Cristina Kirchner por delitos con la obra pública en Santa Cruz.
La sala IV del máximo tribunal penal del país comunicará ese día si confirma, revoca o modifica la sentencia a seis años de prisión contra la ex mandataria, al igual que su decisión referida a las penas impuestas a otros acusados, informaron fuentes judiciales a la Agencia Noticias Argentinas.
No es habitual que la Casación haga público su sentencia en una audiencia. Habitualmente las notificaciones le llegan a los abogados y los fiscales vía el sistema informático del Poder Judicial. La noticia sobre la convocatoria a una audiencia para lectura del fallo se tomó el mediodía de ayer en los tribunales de Comodoro Py 2002. Apenas unos minutos después se conocía que públicamente la carta de Cristina Kirchner lanzándose como candidata a presidir el PJ Nacional, pidiendo la unidad del peronismo. Ya en los últimos días de la semana pasada, en su entorno habían salido a proclamar su postulación.
Los jueces Hornos, Borinsky y Barroetaveña se reunieron para avanzar en la causa: rechazaron los planteos y convocaron a la audiencia para dar lectura de la sentencia que tomarán. Hasta esa fecha seguirán deliberando, indicaron fuentes judiciales.
Las conclusiones de la Causa Vialidad
En el juicio, el tribunal oral dio por probado que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner el empresario Báez recibió de manera irregular obras públicas viales para la provincia de Santa Cruz. Una prueba clave fue la que el fiscal Luciani llamó en el juicio oral el plan “limpiar todo”. Se trató de los mensajes de WhatsApp que se encontraron en el celular de López cuando fue detenido en junio de 2016 en el convento de General Rodríguez con bolsos con nueve millones de dólares.
Esos mensajes dan cuenta de reuniones de López con Cristina Kirchner, con Báez, comunicaciones con Julio Mendoza -presidente de Austral Construcciones- y de encuentros del empresario con la entonces presidenta en noviembre de 2015, a pocos días de que Mauricio Macri asumiera la presidencia de la Nación. Allí se hace referencia a que Báez tenía que cobrar todo lo que sé le adeudaba antes que Cristina Kirchner deje el gobierno para después cerrar las empresas.
“Tenemos la certeza de que, mediante la tramitación de cincuenta y un procesos de licitación pública para la construcción de obras viales sobre rutas nacionales y provinciales en la provincia de Santa Cruz, entre los años 2003 y 2015, tuvo lugar una extraordinaria maniobra fraudulenta que perjudicó los intereses pecuniarios de la administración pública nacional en los términos y condiciones establecidos por la ley penal”, sostuvo el tribunal.
La maniobra buscó “asegurar y disimular un beneficio ilegítimo a favor de, por lo menos, dos de las personas imputadas en este proceso: Cristina Fernández de Kirchner y Lázaro Antonio Báez”. Y el tribunal añadió:”la comprobación de las circunstancias descriptas ha guiado las condenas dictadas en el marco de esta causa respecto de personas en ejercicio de la función pública nacional y provincial quienes, violando sus deberes sobre el manejo, la administración o el cuidado del patrimonio lesionado, y con el fin de procurar un lucro indebido, perjudicaron los intereses confiados y obligaron abusivamente al Estado Nacional”.
Instancias susecivas
Si Casación confirma el fallo del tribunal oral, la única instancia que le queda a la ex presidenta para que la decisión no quede firme es la Corte Suprema. Pero si Casación modificara el criterio del tribunal oral, se abría una instancia conocida como “Casación horizontal” en donde otra sala del máximo tribunal revisaría a sus colegas, y luego recién ahí -apelación mediante- llegaría a la Corte. Recien entonces, cuando no haya más instancias, el fallo quedará firme.
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