En la semana de la cadena Nacional y de la marcha, el tema más importante para el Gobierno es sin dudas dictaminar ley de Bases y paquete Fiscal; el superávit es muy discutible y sus beneficios por ahora relativos, no daba para festejos.
Tal vez la única pretención de esta publicación sea la de despertar el espíritu crítico, molestar un poco, incomodar algo. El acto montado por el Gobierno en torno al anuncio del superávit gemelo no debería representar un enorme desafío para nuestro espíritu crítico. Anoche asistimos a un discurso de campaña pero durante el 5to mes de Gobierno. No puede negarse la importancia de la caída de la inflación, pero, incluso ponniéndola en la bolsa, el volúmen de buenas noticias necesario para realizar un autobombo como el de anoche, estaba muy lejos de ser alcanzado. Solo Cristina fue tan audaz en algún momento, y usaba también la fórmula “no es magia”.
Superávit
La devaluación, que se llevó puestas a las jubilaciones y a todas sus prestaciones asociadas, la suspención de los pagos a las generadoras de energía que permitió hacer eficiencia a costa de deuda a negociar y la suspención de la obra publica, termiaron siendo las patas fundamentales de este exiguo superávit que aparece con una fiera recesión en ciernes.
Si yo le quito una comida por día a mis cuatro pibes, le saco un tercio de la jubilación a mi suegro, no le compro remedios a mi familia y no pago la luz, me encontraré a fin de mes con un importante superávit en el bolsillo. No es mucho más difícil que esto desarticular el operativo “cadena nacional” de anoche.
El gran desafío del Gobierno no pasa por ahí hoy en día, porque si el superávit no se come, no se entiende. Un poco como cuando María Eugenia Vidal hizo cloacas en medio conurbano y Macri le metía tarifazo tras tarifazo.
Dictamen de la Ley de Bases
El desafío de esta semana para LLA es dictaminar la ley de Bases y el paquete Fiscal para poder tratarla a fin de mes y que el “Pacto de Mayo”, que no tiene ninguna forma definida, no se desvanezca y tenga algún sentido real, más allá del relato.
Para hacerlo deberá allanar una serie de diferencias importantes con la oposición dialoguista, llámese así a UCR, PRO, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
Hay serias objeciones respecto a temas como la forma en que está planteada la disolución e intervención de organismos, el destino de los recursos si se eliminan los fondos fiduciarios, el alcance del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), la eliminación de la moratoria previsional, la quita de la homologación impositiva para todas las empresas tabacaleras y la amplia delegación de facultades a Milei para intervenir en la desregulación de la economía prevista en el artículo 70, por lo que más allá de las buenas intenciones respecto a la Ley de Bases, deberán allanarse una cantidad importante y compleja de cuestiones en muy pocas horas.
Si se lograra dictaminar estos puntos, y finalmente se derogara una ley propuesta por el Gobierno, este sería el primer logro real y duradero de la gestión de Javier Milei, que todavía no ha logrado nada importante y ya ha quemado tres cadenas nacionales.
La bendición del tren fantasma
Por suerte para el Gobierno están del otro lado los del tren fantasma, como Kicillof que ayer quería adueñarse de la marcha de la UBA diciendo que iba a copar la plaza, o la CGT sumándose a la marcha, armándole así medio programa a Jhony Viale, que se ha transformado en el explicador de las jornadas del nuevo Gobierno, mucho más que Adorni, que en realidad es un arquero para las definiciones por penales.
Nostálgias Morenistas, de Guillote
La inflación bajará probablemente, o andará más o menos por donde anda, porque llega un bastonazo fuerte de la mano del gas. Las tarifas deben subir todavía, la nafta tiene pendientes, aunque una baja en las prepagas podría ser una movida maestra para amortiguar el cimbronazo gasífero. Osea, toqueteando tarifas al mejor estilo Kirchnerista.
Salutación
Mientras tanto nosotros seguiremos buscando ofertas, bancando a las prepagas (a mi por ahora no me bajaron un mango, aviso) jugando con las tarjetas y los bonos de descuento en todo lo que se pueda, moviendo poco el auto y mucho el ingenio y esperando que el Gobierno empiece a alejarnos del Tren Fantasma y plantee los términos de la discusión en otro nivel
Solidaridad, empatía, respeto por la dificultad del otro, generosidad y paciencia, espíritu crítico que más no se pueda, ojos abiertos y equilibrio emocional, les augura El Aguijón.
Comments