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Foto del escritorEmiliano Damonte

Andrés Malamud: “Asistimos a la destrucción de un orden sin la construcción de uno nuevo”

“La manera de interpretar es to es que es caótico. Los argentinos observamos el mismo proceso que a nivel internacional: la destrucción de un orden sin constituirse por ahora uno nuevo. Se nos está disolviendo la política y la economía es un desastre. A largo plazo siempre se puede cavar un poco más, a corto plazo el fondo es la hiperinflación. De la hiper se sale, del régimen de alta inflación es mas difícil. No es inevitable una hiperinflación, pero parece que es lo que están buscando los actores principales. Milei ya es a estas alturas un político más, aprendió rápido”. Estas son algunas de las definiciones que dejó el politólogo Andrés Malamud, en diálogo con Guillermo Pérez, Emiliano Damonte Taborda, Gonzalo Areco y Enrique Krauth, en Descentrados, por Radio Zónica.com.ar (mie de 13 a 15)


Andrés Malamud conversó con nosotros en "Descentrados", al aire por zonica.com.ar los miércoles de 13.00 a 15.00 hs.


“La manera de interpretar esto es que es caótico”, lanzó Andrés Malamud para comenzar cuando se le preguntó acerca de cómo evaluar la situación argentina, en la previa de las elecciones presidenciales 2023.

Agregó que “los argentinos observamos el mismo proceso que a nivel internacional: La destrucción de un orden. El orden era el bipartidismo, el orden monetario basado en un régimen de alta inflación y ahora lo que estamos viendo es que se disuelve el sistema de partidos políticos sin constituirse por ahora uno nuevo y que el régimen de alta inflación se está espiralizando hacia una nueva hiperinflación”.


Una película que ya vimos

Malamud Advirtió que “esto ya pasó en toda América Latina. No la hiperinflación que ya está resuelta en todos los países del mundo salvo seis, sino la estabilidad del sistema de partidos. Se destruyó el sistema de partidos en Perú, en Ecuador, en Colombia parcialmente, en Chile casi totalmente”, reseñó. Dijo que “el sistema de partidos permanecía estable en Uruguay, en Brasil se reconstituyó. Y Argentina era como nuestros socios del Mercosur, estable, pero ya no”, describió.

Reconoció que “me impresiona que estamos yendo rumbo a un mundo que no conocemos también a nivel nacional. Donde vamos a tener una economía mucho más descontrolada porque nos estamos quedando sin moneda y sin productos”, expresó y mencionó que “en este momento hay escasez, los hospitales públicos no pueden comprar insumos. Argentina casi no puede importar, así que vamos a perder vidas por eso”, alertó.

“Y al mismo tiempo -agregó- se disuelve la política, que era algo estable, a nosotros nos está pasando lo que ya pasó en Perú, Ecuador, Chile y Colombia. Pero ellos tienen la macroeconomía ordenada, a nosotros se nos está disolviendo la política y la economía es un desastre”, definió.


Rumbo a la hiperinflación

Acerca de alguna expectativa para dejar de caer y tocar fondo advirtió que “el fondo a largo plazo no existe. Uno siempre puede cavar un poco más, pero a corto plazo el fondo es la hiperinflación. Pero de la hiper se sale, los países no viven siempre en hiperinflación”, remarcó y contó que “dicen los que saben que es más fácil salir de una hiperinflación que de un régimen de alta inflación”.

Y explicó que “la hiper se la corta de un golpe, pero de un régimen de alta inflación no se sale tan fácil porque lo que hay es distorsión de precios: si vos cortás de repente y congelás como estás te quedan cosas muy caras y cosas muy baratas. Con una hiper partís de cero, con una nueva moneda como fue el plan Austral, que evitó la hiper por ejemplo, o como fue la convertibilidad”.

Insistió en que “el fondo es la hiperinflación a partir de ahí se puede reconstruir. La cuestión es si esta vez lo aprovecharemos para que no vuelva a ocurrir la hiperinflación”.


Fragmentación del orden político

Respecto de la destrucción del orden en materia de desintegración de los espacios políticos y su reconstrucción, consideró que “ahí tenemos una diferencia con los países que mencionaba antes: Chile, Perú, Ecuador y Colombia son países son países unitarios. Cuando se rompe la política nacional se rompe toda la política”.

En cambio, “Argentina es un país federal. Se está rompiendo la política nacional pero la política provincial está casi igual que siempre. Las anclas de la política argentina son subnacionales”, definió.

Expresó que “Argentina tiene de dónde agarrarse, Perú o Ecuador no tenían por eso lo que tienen son presidentes que terminan sus mandatos antes de término”.

Volviendo a la Economía, dijo que “no es inevitable una hiperinflación. Pero parece que es lo que están buscando los actores principales. El gobierno y la oposición, la oposición novedosa. El gobierno lo que hace es eliminar impuestos en medio de un tremendo déficit fiscal y aumento de precios semi hiperinflacionario, cuando en esos casos lo que tenés que hacer es consolidar la posición fiscal”.

Y en la oposición, prosiguió: “Milei tiene dos objetivos: el primero ganar las elecciones y después dolarizar. Para ambas cosas le conviene que se rompa el peso. Para ganar si se rompe el peso la gente se queda muy mal económicamente y castiga al gobierno. Y para dolarizar, como se solo se puede dolarizar con dólares y para dolarizar con pocos dólares, el dólar tiene que valer mucho y por lo tanto el peso tiene que valer nada. Eso es lo que el está construyendo: su victoria electoral y su programa de dolarización”.



Sin recetas mágicas

Sobre la dolarización expresó: “como sabemos no le ha resuelto la vida a nadie, porque los tres países latinoamericanos que tienen como moneda el dólar que son Panamá, El Salvador y Ecuador, y ninguno es nuestro modelo. Panamá es el que mejor está porque es un Hub de comunicación centroamericano al que Estados Unidos cuando se retiró dejó infraestructura. Además, el dólar es moneda fundacional prácticamente, porque Panamá es casi una creación norteamericana cuando lo divide de Colombia para construir el canal”, reseñó.

Acerca de si es posible la dolarización en la Argentina, respondió que “sí, si se rompe todo, la gente va a pedir por favor una referencia fija”.

Aclaró que “lo que la dolarización no tiene es por un lado reversibilidad, es un viaje de ida, y por otro es cierto que te da alguna estabilidad pero te quita autonomía. Te sirve tener una moneda estable siempre que esa moneda responda a los ciclos económicos. Argentina tiene ciclos económicos que no se corresponden con los ciclos de Estados Unidos que es el emisor de esa moneda. En Europa pueden tener 20 países el euro porque los ciclos económicos son conjuntos: crecen al mismo tiempo y se estancan más o menos al mismo tiempo. Estados Unidos y Argentina tienen ciclos diferentes, cuando Estados Unidos necesite emitir y Argentina necesite dejar de hacerlo no es que le vamos a pedir que haga la política monetaria que nos conviene porque ellos ni enterados van a estar de que la Argentina ha dolarizado. Así que primero es un viaje de ida que es lo que algunos quieren: sacarles el poder a los políticos para siempre. Pero segundo a partir de ese momento dependemos de políticos ajenos. Si el Banco Central es un robo, a partir de entonces vamos a ser robados por el Banco Central de Estados Unidos”.

Para cerrar, sobre la actualidad argentina se le preguntó:

-¿no es Javier Milei a estas alturas un político más?.

- sí, claramente, y te diría que no es un mal político. Aprendió rápido

MEDIO ORIENTE

Radicado actualmente en Portugal, donde trabaja como investigador de la Universidad de Lisboa, Andrés Malamud, es un fino observador de la actualidad mundial. Con el conflicto en Medio Oriente candente, se le pidió una reflexión sobre la situación desatada a partir del ataque de Hamas a Israel y la consecuente respuesta.

Advirtió que “se trata de una realidad más compleja de lo que uno ve. En principio se trata de dos Palestinas y un Israel, que es uno solo pero Palestina está dividido en dos: Cisjordania gobernado por la Autoridad Nacional Palestina, reconocido internacionalmente, y la Franja de Gaza que es más chiquita donde vive la gente muy apretada. Viven tres millones de personas en Cisjordania y 2 millones en Gaza, que está bajo el poder de Hamás, que es una organización considerada terrorista por Europa y por Estados Unidos”.

Relató que “lo que hizo Hamás fue organizar una operación muy bien pensada y muy cruel justo cuando Israel estaba por firmar un acuerdo con Arabia Saudita que es uno de los principales Países Árabes. Y esto es lo fundamental. Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, hace años definió su estrategia que consiste en hacer la paz con los Estados árabes e ignorar a los palestinos. Los palestinos bajo Hamás no los palestinos de Cisjordania. Hamás decidió arruinarle los negocios a Israel y a los Países Árabes”.

Respecto de las posibilidades de solución del conflicto, expresó: “Yo suelo proyectar el pasado en el futuro. Para mí este conflicto no tiene solución. Lo que vamos a ver es una continuación del deterioro del orden internacional, del orden supuestamente basado en reglas. En realidad, nunca hubo un orden internacional basado en reglas, pero hacíamos de cuenta que había. Había una potencia dominante, Estados Unidos, que se encargaba más o menos de garantizar que se cumplieran esas reglas siempre que le conviniera. Pero ahora Estados Unidos se está desintegrando por dentro. En este momento no consigue que el congreso financie el paquete de apoyo para Ucrania y acaban de destituir al presidente de la Cámara de Diputados con el voto destituyente de ocho senadores trumpistas, republicanos. Estados Unidos ya no puede poner orden en el mundo y no hay nadie que pueda. Por lo tanto, lo que vamos a ver es un aumento de la desorganización. No estamos en transición entre un orden y otro. Estamos viendo la desintegración de un orden sin la construcción de uno nuevo y cuando no hay orden, gana el más fuerte”.

En consecuencia, estimó que “lo que se viene es un escenario donde lo más probable es la derrota de Ucrania en los próximos meses o para el año que viene si gana Trump la presidencia”.

Advirtió que “Ucrania no puede resistir sin el apoyo de Estados Unidos, que financia el 80% del esfuerzo de guerra. A pesar de que la existencia de la Unión Europea depende de que Rusia no gane esta guerra, el 80% de la asistencia viene de Estados Unidos. Europa financia solamente el 20% de la asistencia”, reveló.

Y mencionó que “el Congreso de Estados Unidos no lo quiere financiar más por disputas internas, sobre todo internas del Partido Republicano, entonces lo que estamos por ver es la ley del más fuerte”.

Dijo que “Europa no está en condiciones de suplir ese apoyo. Europa tiene un nivel de debilidad e inconsistencia que es tremendo. No lo vemos de afuera porque parece que viven felices y prósperos y es así, como Israel hasta la semana pasada. Viven todos felices y prósperos en un parque temático que no tiene capacidad de autodefensa. La defensa de Europa y de Israel depende de Estados Unidos y Estados Unidos va a poner plata para defender a Israel, pero no a la Unión Europea”, vaticinó.

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