Científicos aconsejaron detener la difusión de plantas obtenidas por ingeniería genética. Expertos de Alemania, España, Suiza y el Reino Unido se oponen a una propuesta legislativa presentada por la Comisión de la UE, que en el futuro permitiría la liberación en el medio ambiente de plantas obtenidas mediante nueva ingeniería genética sin una evaluación previa de riesgos.
Ignorancia y peligros
En una carta difundida en estos días, señalan que la legislación propuesta ignora las principales diferencias entre la nueva ingeniería genética y el cultivo convencional, así como los riesgos asociados.
Además de advertir de la sobrecarga de los ecosistemas con organismos que no han evolucionado de forma natural, también alertan en su declaración de los peligros para la salud y el medio ambiente.
La declaración conjunta reza así: «La propuesta de la Comisión no puede garantizar la seguridad sanitaria o medioambiental si las plantas NGT o sus productos derivados se liberan en el medio ambiente o se comercializan en la UE. Por lo tanto, la propuesta en su forma actual debe ser rechazada o ampliamente revisada».
Transgénicos
Los firmantes subrayan que los métodos de ingeniería genética anteriores implicaban la transferencia de genes a través de los límites de plantas o especies individuales para conseguir nuevos rasgos (transgénicos). Ahora, sin embargo, los NGT permiten cambiar los rasgos de una especie hasta un punto que sería imposible, o al menos muy improbable, utilizando la mejora convencional, incluso sin la inserción de genes adicionales.
Asimismo, afirman que es científicamente incorrecto asumir que cualquier riesgo para los seres humanos o el medio ambiente de las plantas NGT es generalmente menor en comparación con las plantas transgénicas. Por lo tanto, en ambos casos (plantas transgénicas y NGT) es necesario evaluar los riesgos para la salud antes de proceder a cualquier liberación.
Quienes firman la declaración representan a un número significativo de científicos europeos con experiencia en la materia que llevan a cabo investigaciones independientes sobre los riesgos de la nueva ingeniería genética desde la perspectiva de la salud y el medioambiente. Además, no trabajan para organismos administrativos y son independientes de la industria biotecnológica.
Más allá de esta declaración, otras 70 personas del ámbito científico firmaron recientemente una carta dirigida a la Comisión de la UE en la que criticaban la directiva comunitaria prevista desde una perspectiva socioeconómica. También pedían que se rechace la propuesta de la Comisión Europea.
Diego Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción y firmante de la declaración publicada hoy, ha declarado: “Es importante que se escuche el otro lado del debate científico sobre los nuevos OMG. Las nuevas técnicas genéticas son herramientas muy poderosas y por eso mismo no podemos dejar que el lucro y los beneficios cortoplacistas nos cieguen ante los peligros potenciales”.
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